Capítulo 8 - Quiero lo que ellos tienen.

2.6K 146 23
                                    

Llegué a Nashville temprano en la mañana, Austin estaba allí para recibirme junto con mis padres en el aeropuerto. No me había dado cuenta cuánto los extrañaba hasta este momento, sin duda me hacía falta un poco de calor familiar. Al llegar a la casa, mi papá empezó a cocinar unas hamburguesas a la parrilla aun con un clima no muy favorable, pero nadie quería arruinar el almuerzo familiar. Estábamos todos sentados en la mesa bromeando y pasando tiempo de calidad en familia cuando recordé algo.

- Karlie les manda saludos y dijo que quiere conocerlos lo antes posible. - Dije atrayendo la atención de mi familia.

- También queremos conocer a la famosa Karlie. - Dijo mi mamá.

- Es increíble, mamá. No conozco una mujer tan impresionante y hermosa como ella. - Sorprendentemente aquellas palabras no salieron de mi boca, sino de la de mi hermano.

- No te propases, Austin. – Le advertí seriamente. No es que no esté de acuerdo con todo lo que dijo, porque tengo que admitir que es verdad, pero no puedo dejar que hable así de Karlie.

- ¿Qué? No estoy mintiendo. - Protestó como un niño. - Además, pensé que tus amigas no estaban fuera de mis límites. -

- Karlie sí lo está. - Dije dejando en claro que no tenía ninguna oportunidad con Karlie, nunca lo dejaría desarrollar ningún tipo de sentimiento hacia la modelo.

- Está bien, gruñona. - Dijo molesto antes de continuar comiendo.

Si fuera otro escenario en donde las cosas con Karlie no fueran tan extrañas, no me hubiera importado que mi hermano viera lo hermosa que es. Austin es un buen chico, y no lo digo solo porque es mi hermano, sino porque es verdad; era responsable con sus estudios en la universidad, y desde que creció estaba en excelente forma. Si no fuese por los sentimientos que se encuentran envueltos entre la modelo y yo, no había nadie mejor que mi hermano para mi mejor amiga, no tenía duda de ello.

Estar en Nashville implicaba tranquilidad, visitas a viejos amigos, jugar con mi hermano como si fuéramos dos niños otra vez y pasar tiempo de calidad con mis padres. Simplemente me quedé viéndolos a ambos, me parecía increíble que han pasado tantos años juntos y aun así se aman como el primer día. Siempre quise que algo así me pasara, pero nunca funcionó para mí; aunque quizá las cosas con Karlie se desenvuelvan mejor que mis relaciones anteriores.

Me sorprendí al ver el pensamiento que había cruzado por mi cabeza, había pasado todo el día con mi familia y me las había arreglado para no pensar en la modelo, pero ella siempre encuentra una forma de aparecer en mi mente. Aunque debería estar pensando en ella, después de todo esa es la razón de este viaje, huir de la ciudad para poder aclarar todo lo que estaba en mi mente.

Al día siguiente decidí que visitaría a Abigail, ella era mi mejor amiga desde que teníamos quince años, siempre ha estado a mi lado y estaba segura que era una de las pocas personas que sabía todo sobre mí. Estaba un poco ocupada con sus clases de la universidad, así que tuve que esperar un poco antes de ir a su casa; agarré uno de los carros que estaban en la casa y lo estacioné enfrente de su casa. Toqué el timbre y en el momento en el que se abrió la puerta una pelirroja me abrazó con todas sus fuerzas.

- No puedo creer que finalmente te dignaste a venir a Nashville. - Se rio sin soltarme.

- Te extrañé. – Le confesé una vez que me soltó.

- También te extrañé, Tay. – Dijo con una sonrisa dejándome pasar.

El estar en la casa de Abigail era como estar en mi propia casa, muchos eran los recuerdos que se encontraban dentro de estas cuatro paredes, risas, llantos, corazones rotos, secretos, y muchas otras cosas. Nos dirigimos al jardín que estaba en la parte de atrás de la casa para poder hablar con más tranquilidad; Abigail me contó sobre sus clases y lo mucho que me extrañaba desde que mi vida estaba en Nueva York.

Eres Mi LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora