¿QUE ES LO QUE SIENTES?... WIGETTA Y ALEXTAxX

Viaje (?

Narra Alex:

Mis labios temblaban y sentía una fuerza que me mantenía totalmente estático en mi lugar. ¿acaso lo que acabó de escuchar es un sueño? ¿de verdad Frank acaba desirme tantas cosas bellas?... En serio ¿me las merezco?

Alex: pero... E-el que te a pedido que te quedes conmigo e sido yo...

Mencioné yo, con voz temblorosa y una emoción parecida al nerviosismo y la alegría. Una serie de sensaciones que fueron a parar a mi abdomen, y me recorrían todo el pecho; llegando a prohibirme respirar en ciertos momentos.
Frank me sonrió, y acercándose mas a mi une nuestras frentes.

Frank: solo quiero que entiendas que esto lo hago por gusto y ganas ; que , y aunque suene mal, lo hago mas por mi que por ti... ¿vale?

Esa forma tan sutil de hacerme saber ue me quiere... El que intente acerme entir bien en todo aspecto, el que a cada momento me haga pensar y sentir que todo es un sueño; todo eso, todo de el, eso es lo que me hace sentir que lo que hago o dejo de hacer tiene sentido.

Le abracé fuerte y sacando un poco la cabeza de su pecho, me restregue en su hombro ¿que haré cuando me aleje de este chaval? No se si podre soportar tal tortura...

Alex: ... vale

Mencioné apenas con un leve hilo de voz, notando como el cristal de mis ojos se comenzaba a empañar.

Frank: pues ya esta... Ya no tienes porque llorar o sufrir... por ahora no ¿dormimos, mi angelito?

Mencionó Frank, separándome un poco de el y mirándome a los ojos. Sonreí dulcemente. No entendía como tanta dulzura y belleza pudiera consentrarce en un solo ser...
Comencé a reír al escuchar eso de "angelito".

Alex: ¿angelito? Mas de una vez me han dicho que soy mala gente, ¿seguro que eso es lo que soy?

Conteste yo, haciendo un puchero

Frank: es porque no te conocen... Eres mi ángel caído del cielo...

Respondió sonriente, creo que el ángel es el...

Volvi á reir, el me abrazo y con delicadeza me recostó en la cama, quedando en posición de cucharilla en la cama de mis padres, y con un par de palabras y caricias, ambos caímos rendidos ante los brazos de Morfeo.

~*

Sentí como alguien me removía suavemente de un lado a otro en la cama, abrí mis ojos con pereza y me encontré con una radiante sonrisa y unos ojos de estrella. Era Frank

Frank: Alex... Ya es hora de levantarse.

Menciona el, con dulzura y calidez. No puedo evitar sonreír. Mire a mi alrededor somnoliento. Solo así pude reconoser el cuarto de mis padres, a pesar de las tinieblas que inundaban la habitación. Todo estaba igual, los sapatos regados, la cama ligeramente desordenada, y las cortinas corridas.

Alex: ¿que hora es?

Pregunte yo, levantandome de a poco , hasta quedar sentado en la cama.

Frank: las 6:20...

Alex: ¿¡que!?

Mencione alarmado, ¿pues cuanto e dormido? No es normal, ¡NO ES NORMAL!.
Me pare practicamente corriendo de la cama y medio-poniéndome los zapatos, corrí por el pasillo; seguido por la mirada acusante de Frank .

Alex: joder, tío. Pero que tarde ¡y no e subido nada! Me van a linchar ¡me van a linchar!.

Gritaba alarmado por toda la casa, hasta llegar a mi habitación y sentarme de sopetón en la silla de mi ordenador.

Frank: pero ¿que te pasa, pringa'o?

Sonó desde el arco de la puerta, mientras me miraba divertido.

Alex: ¿estas de coña? ¿¡son las 6:20!?

Grite cabreado, el, levantó ambas sejas y sonrió

Frank: de la mañana.

Completo victorioso, voltie a mirarle lentamente; con una expresión de extrañesa y cabreo.

Alex: de... ¿la mañana?

Pregunte incrédulo, la sonora carcajada de frank me dio como respuesta un "si".
Frank se acerco a las cortinas de mi ventana en la habitación que, también estaba corrida, y la abrió de sopetón. Provocando que los rayos de un sol mañanero atacara mi rostro sin piedad alguna.

Alex: ¡joder!...

Solté molesto, ocultándose entre mis pálidos brazos.

Alex: ¡estúpido sol!...

Mascule entre dientes, intentándo salvar a mis ojos de tal ataque luminoso.

Frank: ya, hombre Dracula. Si no es para tanto.

Soltó Frank, divertido. Burlandose de mi ingenuidez...Hize una mueca de molestia y me acerque lentamente a Frank.
Vi claramente como su sonrisa desaparecía, y una mueca de nerviosismo aparecía.

Alex: frank... Puedo saber ¡¿porque leches me despiertas a estas horas?!

Grite cabreado, el sonrió intentando verse indefenzo e ingenuo

Frank: no fue mi culpa, tu ni siquiera me dejaste terminar de hablar. Solo saliste corriendo como un loco poseído.

Se escusó, intentando salir del cuarto; aunque le fue inútil, ya que yo no me quitaba de enfrente suyo

Alex: pero que... Gilipollas eres...

Expresé cansado, no podía cabrearme con el, no con lo dulce que a sido; aunque e de admitir que ya se me hacia raro que este pringa'o no me jugara una mala jugarreta.

Frank: yo se que así me quieres.

Mencionó orgulloso, al instante me ruboricé.

Alex: pff, es que con tigo no puedo... Mejor dime ¿a que leches me despertarse?

Mencioné con interés,aunque fingiendo cierta indiferencia.

Frank: bueeeeno, ya que preguntas: resulta que nos vamos de viaje.

Mencionó con una amplia sonrisa en los labios, mientras me miraba con gran alegria.

Alex: ¿a viajar? ¿a donde?

Pregunte con gran curiosidad, de esas que son imposibles de ocultar.

Frank: ya lo verás, ya lo veras...

Mencionó Frank, corriendo fuera de la habitación y dejandome con una enorme intriga, ¿viajar? ¿a donde?

Salí corriendo detrás suyo, no iba a dejarme con la intriga ¿o si?... No, no Alex. No seria capas. A no ser...

Alex: Frank, ya enserio. ¿a donde iremos?

Volví a preguntar, alcanzándole en la cocina de mi casa. El solo sonrió.

Alex: ¿y eso que significa?

Hablé yo, borde. El desvío la mirada y comenzó a reír.

Frank: significa que: si quieres salir a pasear, debes ayudarme a preparar nuestro almuerzo.

Bufé resignado, es obvio que el pringa'os este no me dirá a donde vamos hasta ir en camino.
Así que me acerque a donde estaba y comencé a ayudarle a preparar la comida; todo el rato pensando a donde iríamos.

Unas palabras llegaron a mi mente...

Deja de siempre analizar y pensar lo que harás siempre antes de actuar, aveces es mejor el instinto...

Vegetta... Me pregunto ¿como estará?

(...)