Nunca llegaremos a ser nada

Salgamos.

-No digas eso- le digo recordando a Beca.

-Me gustas, no puedo evitarlo- me dice lo más serio posible.

-Yo no te puedo corresponder- le digo conteniendome para no decir que Beca esta enamorada de el.

-¿Que te lo impide?- me pregunta curioso.

-Pues... No es de tu incumbencia...- salgo del auto, saco la llave y entro a mi casa.

-Pensé que nunca te bajarias de ese auto- me dice mi papá alejándose de la ventana.

-Pudiste haberme rescatado ¿sabes?- le digo sentándome en el sofá de la sala.

-¿Trató de llevarse tu virginidad?- me pregunta fingiendo voz de monstruo.

-¡Dios, no! ¡Por que preguntas eso!- le digo asqueada por lo que mi padre mencionó.

-Bien, tenemos para cenar pan y nutella o nutella y pan- dice mi padre desde la cocina.

-Pido jamón- le respondo.

-Ya somos dos- me dice dándome un plato.

Apenas terminamos, recogimos y nos fuimos a recostar cada uno.

Definitivamente este no era el fin que quería para este día, pero mañana todo se arreglará. Digo para mi misma.
Tomó mi pijama y me recuesto.

Cuanto detestare haber dicho eso.

Suena mi alarma y me levanto con más flojera que si hubiese echo ejercicio todo el día. Sostengo mi mirada en una silla que está al rincón de la habitación y me levanto después de 15 minutos.
Hoy decido planchar mi cabello no veo nubes grises por mi ventana.

Bajo ya lista a desayunar.

-Lo siento Vecky tendrás que usar el transporte, se poncho una llanta del auto y no la eh cambiado- me dice mi padre a lado mío.

-De acuerdo- le respondo con una sonrisa.

-Me dijeron que te querían quitar la virginidad- se dirigió a mi mi madre con una ceja alzada.

-Papaaaaa- le dijo con las manos en la cara.

-Usa protección, recuerdo que a esa edad tu padre era un salvaje en la...- decía mi madre acordándose de su vida joven.

-Creo que me voy para tomar el transporte- le dijo dando beso en la mejilla a mi padre y a mi madre.

-Bien, llegas temprano iremos a comprarte un vestido para la fiesta de mañana-me dice mi madre leyendo el periódico.

-Pero dije que no quería ir- le digo haciendo pucheros.

-Y yo dije que llegues temprano- me responde mi madre sonriendo triunfadora.

-¿Papá?- le dijo para que me ayude.

-Perdona Vecky pero ya está decidido- dice mi padre tomando de su café.

-Bien, los veo luego- digo saliendo de la casa.

Primero Hugo y luego la fiesta de las odiosas de mis primas. El día no podría empeorar. Pero para ese momento sentía una gota de agua en mi mano, otra en mi nariz y una última en mi ojo derecho.

El transporte tardó 20 minutos en pasar debido a la terrible tormenta que había aparecido.

Si, para eso ya tenía el cabello como león, grandioso.

Bajo en la parada y corro todo lo que puedo a mi salón, aprovechando que el policía de la puerta compra una dona.

-Entonces si F es igual a Fuerza y tenemos 36.5 de..- escuche decir al profesor de matemáticas cuando interrumpi.