Mierda de nuevo ese maldito sueño, hace bastante que no me pasaba pero cada vez que venía era un infierno. Me levante de la cama y mire mi reloj que estaba al lado de mi cama, las cuatro treinta, bueno lo utilizare a mi favor, porque diablos si no, ya no más mierda en mi vida.
Me puse unos pantaloncillos cortos y una camisa de tirantes, fui directo al baño me lave la cara y los dientes, cuando termino me veo al espejo y cada vez que veo mi reflejo tengo tantas ganas de apuñalarme a mí mismo, porque quien rayos se hace esto, pero estoy decidido.
Camino a la cocina, veo a mi alrededor buscando por la cosa mal oliente de mi perro, lo baño y toda esa mierda, pero por mas que le doy de la mejor comida para él, tiene unos gases que matarían a un regimiento, definitivamente hay que cuidarse de estar alrededor de él, pero dejando de lado las bombas, es un buen perro.
Lo adopte hace más o menos dos años en un refugio para perros abandonados, ni siquiera era mi intención adoptar algo cuando fui ahí, solo fui porque había visto en el periódico el anuncio que solicitaban personal, pero cuando llegue el encargado me dijo que ya se había ocupado la vacante, pero entonces lo vi a través de los cristales que tenían detrás de la recepción, estaba jugando con una cuerda gruesa que tenía unos nudos en ellos para un mejor agarre y lo estaba sacudiendo como loco, era el perro más animado y diablos, sí que sabía venderse para que lo adoptaran. Al parecer es un tipo husky o algo similar, pero era lo que menos me importaba, es color blanco con manchas negras y una cola alborotada. En cuanto fui a jugar con el me acepto, que raro es decir eso, un perro aprobándome, bueno así fue y desde entonces ha sido mi ancla y el mejor compañero que alguien pueda pedir.
Escuche sus pesuñas sonar contra la madera del piso, desde que entro a mi apartamento e inspecciono; amo el baño, si no lograbas encontrarlo, ahí era donde definitivamente estaría
-¿Dónde estabas amigo? ¿Quieres salir a correr un rato?- le pregunte como si me fuera a responder con palabras, pero oigan no me digan que lo le han hablado así a su perro. Pero Rufus parecía entenderme, tal vez no contestarme pero reacciono dando vueltas tras su cola y a ladrar como loco
-Esa es la actitud que esperaba amigo- y tome una botella de agua del refrigerador y salimos al pasillo del edificio y bajar las escaleras para llegar al estacionamiento. Cuando llegamos le abrí la puerta trasera de mi pathfinder a Rufus, el salto emocionado sabiendo lo que pasaría a continuación, el ni siquiera necesitaba correa, nunca se iba y sinceramente ese era el tipo de amigos que hoy en día buscaba, nada de esas mierdas que solo te invitaban para emborracharte y que tu terminaras pagando la cuenta
Llegamos al centro deportivo, está abierto las veinticuatro horas del día, por eso lo elegí, lo he visitado con frecuencia estos últimos ocho meses, como siempre estuvimos nuestras buenas dos horas caminando, trotando y corriendo, Rufus siempre emocionado
Salió el sol y vi que llegaron más personas la mayoría los frecuentes, no soy muy hablador porque últimamente no me apetece hacer todo eso de "convivir", lo se tal vez estoy siendo egoísta, pero ya es momento de serlo
Mi nombre es Jed Pitcher, tengo veintitrés años y tengo sobrepeso, eso sonó mas como una de esas presentaciones de AA y empiezas a hablar de todo la porquería que vienes cargando, bueno pero en este caso sería de gordos.
Trabajo actualmente en lo que estudie, por fin después de tocar tantas puertas llegue aquí, trabajo en un centro de orientación y ayuda psicológica, tengo una licenciatura en psicología infantil y juvenil y por supuesto yo trato con los más peques aquí, me va bien es verdad, pero mi vida personal es uno de los siete círculos del infierno, aunque a veces había lucido como si el infierno estuviera siendo representado en mi vida, pero como dije, basta de toda esa mierda
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ENCUENTRAME
Teen FictionMuchas veces llegas al limite de tonterias en tu vida, bueno ese es mi caso, mi nombre es Jed y decidi no mas mierda en mi vida. Y bueno aqui voy, espero hacerlo bien, pongo todo en ello. Pero al parecer mi maldito pasado no me deja ir y regresa una...