Capítulo 83.

345 8 0
                                    

    Tu: No quería preocuparte, además no pensé que fuera nada grave

Harry: ¿Te das cuenta en donde has terminado?

Tu: No me regañes por favor solo abrázame.-Dije haciendo pucheros y él sonrió

Harry: Eres imposible lo sabias

Tu: Por eso me amas...- Dije orgullosa

Harry: Por eso te amo...- Repitió

Tu: Ve a descansar yo estaré bien

Harry: No te dejare

Tu: Ve y duerme yo me siento muy cansada seguro me la pasare dormida, no tiene caso que estés aquí estas demasiado cansado, además tus hijos quieren verte...- El suspiro

Harry: Te tomare la palabra porque muero de sueño pero solo serán unas horas volveré

Tu: Aquí te esperare...- Me dio un lindo beso en los labios el cual duro mucho más de lo esperado agitada y sonrojada dije.. -Si no te vas, ya no te iras nunca-

Harry: Ya lo sé ...- suspiro... -Ahora si me voy cariño, no te besare porque si lo hago no me iré-

Tu: ¡Lo se te amo!

Harry: Y yo a ti...- Dicho esto desapareció por la puerta estaba bastante animada por verlo él era la única medicina que yo necesitaba, prendí el televisor y me entretuve un rato con la programación como a las dos hora entro un enfermero

-Cómo se siente señora- Pregunto amablemente, tenía cubierta la cara con un tapabocas y lo único que podía ver eran sus ojos me parecieron familiares pero no le di importancia

Tu: Mucho mejor gracias, ¿cuándo podre salir?

-En cuanto esto haga efecto- Dijo mientras inyectaba algo por el conducto del suero

Tu: ¿Y qué es?

-Es solo algo para mantenerte tranquila reina, ahora duerme y relájate-. Se quitó el tapabocas y por fin supe quién era él era Alexander pero me era imposible gritar me sentía polarizada no podía moverme mis ojos se sentían pesados...

-No te resistas pronto estaremos juntos yo te cuidare-.


Dios pero que dolor, mi cabeza me iba a estallar pero no solo mi cabeza sentía todo mi cuerpo entumecido no quise moverme por miedo a que el dolor aumentara también tenía nauseas abrí lentamente los ojos tenía que llamar a una enfermera, al abrir por completo los ojos no reconocí el lugar en donde estaba quise estirar el brazo pero algo me lo impedía intente de nuevo y fue cuando comprendí me encontraba atada aun mi visión era borrosa no entendía porque cerré de nuevo los ojos tratando de recordar algo pero no lo lograba mis últimos recuerdos eran cuando yo me encontraba en el hospital, ¿ahora en donde estaba?.

Sentí un suave masaje en mi cabeza algo que calmaba mi dolor de cabeza de hecho era relajante, abrí de golpe los ojos y esto me ocasiono aún más dolor por lo cual me queje

-Pobrecita.- Murmuro en voz suave.-Pronto pasara, es solo un efecto de la droga, no pensé que fuera tan fuerte-. Alexander me pasaba un cepillo por el cabello era una sensación placentera pero no quería que él lo hiciera intente moverme nuevamente pero fue definitivo mis brazos y piernas estaba atados a una cama, sentí pánico por que me encontraba atada, ¿cómo había llegado ahí?. Intente recordar pero no logre nada

Alexander: Te traeré un poco de agua, ¿te apetece?. Seguro que si un poco de agua fría te hará bien

Tu: En donde estoy.-Musite con un hilo de voz-

Alexander: En mi casa en donde más.- Dijo como si fuera lo más obvio.- se acercó a mí con un vaso de agua deslizo una mano por mi cuello y pego el vaso a mis labios trague un poco de agua lo que me hiso bastante bien.-No bebas mucha, tienes horas sin comer y seguro te alterara el estómago-

Tu: ¿Por qué me tienes atada?

Alexander: No puedo permitir que te hagas daño..-Que tontería si ni siquiera tengo fuerzas para levantar el brazo...-En un rato te traeré algo de comer-

Tu: ¿Hacerme daño?

Alexander: Seguro intentaras marcharte y eso sería hacerte daño

Tu: Por favor déjame ir.- rogué.-Mi bebe me necesita-

Alexander: Lo sé por eso pronto lo traeremos contigo y también a Gaby es idéntica a ti.-Dijo acariciando mi cara.-Ellos no tienen la culpa del monstro que tienen por padre ellos son tus hijos por eso vendrán con nosotros-

Tu: ¡NO!.

Alexander: ¿Porque no?.-Dijo molesto.-Yo seré su padre y formaremos una linda familia ese era nuestro destino, porque no llevas los pendientes que te obsequie-Dijo ya con vos más tranquila si quería permanecer con vida tenía que seguir su juego fingir que estaba de acuerdo con él, Harry pronto vendría por mí y todo esto terminaría tendría que mantenerlo tranquilo no enfurecerlo

Tu: En mi alhajero yo .., yo no podía usarlos en el hospital.-Mentí

Alexander: Tienes razón, también tendré que volver por tus cosas.-Tenía que hacerle creer que estaba vulnerable indefensa

Tu: Alexander...-Dije suavemente

Alexander: Alex amor dime Alex.-Yo asentí

Tu: Alex, me da pena pero tengo que ir al baño

Alex: Oh ya veo ...- Se quedó pensando... -Tendré que desatarte, pero de igual modo no puedes caminar sola-

Tu: Solo ayúdame a llegar al baño yo me las arreglare.- Era verdad me sentía tan débil que no podía caminar me desato y me ayudo a levantarme me obligo a rodearle el cuello con mi brazo hasta llegar al baño, después me sostuve de la pared y cerré la puerta, lo único que quería era estar alejada de el aunque fueran unos minutos lave mi cara con abundante agua fría para tratar de recuperar un poco la conciencia, 15 minutos después toco a la puerta

Alexander: Si no sales ya entrare por ti.-Expreso con suavidad ,abrí la puerta

Tu: Lo siento estaba aseándome un poco...- Quería golpearlo desquitarme por lo que me estaba haciendo pero no podía hacerlo tenía que parecer sumisa

Alexander: Pronto te sentirás mejor...-Me tomo en brazos y me llevo devuelta a la cama e intento atarme

Tu: Por favor no, me haces daño.-Me queje

Alexander: Esta bien, no lo hare pero si huyes tendré que castigarte entiendes.- Yo asentí.-Entonces podremos comer juntos en la mesa-... de la forma que pude y con ayuda de Alexander camine hasta la cocina no soportaba su contacto me repugnaba que me tocara pero tenía que tolerarlo. La casa era enorme pero parecía una fortaleza las ventanas tenían rejas y según me dijo solo se podía ver de adentro hacia afuera la casa estaba rodeada por un muro de solida piedra a excepción del portón pero este era enorme y de acero puro parecía una prisión.-¿Te gusta?-

Tu: Si

Alexander: Este será nuestro hogar ...


Extraño | h.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora