21. Conflicto de intereses.

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La ojiverde se quitó el casco para entrar a la mansión Cabello. Al entrar le sorprendió encontrarse con gente saliendo y entrando del despacho de Alejandro.

Escuchó como alguien bajaba de las escaleras, y al subir la mirada se encontró con Camila.

Sonrió al verla. Para Lauren, la morena siempre se veía hermosa, ya fuera en pijama o de galas.

Y con Camila pasó lo mismo. Al ver como Lauren la seguía con tanta atención se sonrojó.

Por fin abajo, quedó frente a Lauren.

- Tenemos que hablar Lauren.

- Sí.

- Vamos a la cocina.

Ambas se sentaron en los banquitos del desayunador.

- Espera, ¿por qué hay tanta gente? ¿Pasó algo con tu papá?

- Algo de la empresa, no me quiere decir.

- Lo que pasó anoche.

- Yo quisiera que se repitiera.

- ¿Qué?

- Camila, no sé cómo va a salir esto, sólo lo voy a decir. Te quiero. No sé cómo fue, ni siquiera me explico que me pasa cuando estoy contigo, pero desde que te vi aquella vez en el restaurante, moviste algo dentro de mi. No pensé volver a verte, nunca, y entonces terminé trabajando aquí. Verte todos los días sólo puso las cosas más confusas. Rodearme de tu mundo fue difícil, pero saberte en él lo hacía más llevadero. Basta echar un vistazo atrás para darme cuenta que lo que siento cuando estoy contigo no se compara con nada. Y ayer lo comprobé.

- Lauren...

- Estoy enamorada de ti Camila. - La ojiverde se puso de pie y rodeó con su brazos la cintura de Camila. Levantó su barbilla y la besó. Y se sintió como la noche anterior, o mejor. Sintió ese sentimiento que nacía en su pecho y la hormigueaba hasta la punta de sus dedos. Esa sensación indescriptible cuando abrazas a la persona que quieres. Se sintió bien.

Camila se sentía igual, pero no quería lastimar a Cara. Entonces alejó a Lauren.

- Estoy con Cara, Lauren. - La ojiverde frunció el ceño.

- Podrías...

- No, no puedo. Lo que pasó anoche fue un desliz del momento. No te hagas ilusiones. Y no te confundas, tú no eres así.

- Tú no sabes cómo soy.

- Sí lo sé, eres Lauren Jauregui, con un ex novio que acaba de terminar y en busca de experimentar. Yo no soy tu experimento.

- No es de esa manera.

- No importa Lauren, no. Tú eres mi empleada, yo soy tu jefa. No podemos.

- No estoy dispuesta a darme por vencida.

- Deberías Lauren, eso es todo...

- No. Sé que sentiste lo mismo que yo.

- No.

- Mírame a los ojos y dime que anoche, cuando me besaste, no sentiste absolutamente nada. O que no acabas de sentir nada. Dímelo. De ser así, buscaré la manera de seguir siendo la encargada de tu protección pero sin necesidad de cruzarnos. - Camila levantó su mirada para ver los ojos de Lauren. ¿Cómo podía alguien decirle que no a esa mirada? Tan sólo vio aquellos ojos y se perdió y olvidó por qué estaba ahí. Camila sentía lo mismo o más por Lauren, pero nunca se había atrevido a decir algo por varia cuestiones: estaba segura de que a Lauren no le gustaban las mujeres y además era su empleada. Ahora, con esta revelación, su corazón revoloteaba y la sensación de mariposas en su interior eran un caos. Pero, ¿y Cara? Camila sabía lo que era ser engañada y no quería lastimar a la rubia. - ¿Camila? - Lauren puso su mano en la mejilla de la morena, mientras Camila cerraba sus ojos.

Yo te protejo. [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora