AngelDemo [Editando]

Capítulo 23: Cercanía del fin.

<KoineDemon>

Fue mi primera vez.

Si, no explicaré nada de lo que pasó, dudo que a ustedes les importe un ápice... Pero si les importa...

SE JODIERON.

En cuanto a otras noticias no tan personales... Había pasado un día dentro de mis últimos quince días de vida.

Habíamos vuelto a casa de nuestros familiares. Y hablé con papá.

-¡Hola papá!
-¡Hija!

Corrió hacia mi con una emoción que iluminaba su rostro. Se le veía más sano, aunque las sombras de las cicatrices seguía viéndose.

En todo este peo en el que vivo...

Y pensar en que apenas llegué cuarto año de bachillerato...

Que vida la mía.

-Padre...debo decirte una cosa.
-¿Qué pasa, hija?
-Puede que esta sea la última vez que nos veamos.

Su cara cogió rápidamente un matiz de preocupación. Me había olvidado por completo que ahora el era el último eslabón de mi familia, después de mí.

-¿Por que dices eso?
-Es que... Yo tuve una gran pelea que me ha dejado daños internos irreparables y... Mi tiempo estimado de vida son...15 días -le mentí.

Lo último que le diría a mi padre sería una mentira...

-T-tranquila hija...lo voy a solucionar... Voy a buscar un doctor y...te prometo que te curaras...
-No papá.
-Lo lograremos...
-No.
-¿¡Por qué no...!? -su cara cambió de esperanza a frustración.
-Nada servirá. Lo que en realidad pasó es que...le di mi vida a Seikō.
-¿Cómo...? -Ahora expresaba confusión.
-Él y yo tuvimos un enfrentamiento... Y yo lo maté. Entonces, para remediarlo, doné mi vida, y ahora lo que me queda son sólo catorce días de vida exactamente -confesé por fin, y unas cuantas lágrimas cayeron por mis ojos.

El semblante de mi padre cambió. Se ensombreció. Sabía que le había quitado toda esperanza, pero había que ser realistas, ya nada se podía hacer.

Traté de pasar todo el tiempo posible con él... Pero eso era imposible. Me tenía que ir. Y no volver jamás.

-Adiós, papi...
-Adiós, mi amor...
-¡Papá, te amo! ¡Por favor no te olvides de mí! ¡Siempre estarás en mi corazón, como un recuerdo especial inolvidable! Te amo... -las lágrimas escaparon a chorros por mis mejillas. Era la última vez que lo vería, al igual que mi casa y todos los recuerdos que me traía.
-Te amo, hija y jamás te olvidaré, Koine.

Nos abrazamos, pero debía volver con Seikō, ya que empezaría a sospechar, y eso es lo que menos quería.

Fui al baño y limpie las lágrimas que seguían saliendo. Y me despedí de el por última vez.

(•••)

-Oye Seikō...
-¿Qué pasa, Koine?
-¿Podemos ir a la tumba de mi madre y de mi hermana?
-Vamos mañana, el cementerio ya está cerrado.
-Está bien.

Mañana solo faltarían trece días...

Hace ya casi un año desde la muerte de ambas y...quiero verlas... Hasta encontrarme con ellas nuevamente.

Día siguiente. 13 días.