Capítulo 4

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El Sr. Morrison, padre de Tom (realmente su abuelo, pero Tom lo acogió como si fuere su padre ya que perdió a los biológicos en un trágico accidente cuando aún era muy pequeño) estaba sentado en su cómodo sillón, leyendo un libro junto a la chimenea. De repente escucha a voz de su hijo e inmediatamente prestó atención a aquellas palabras

- Papá, tenemos visitas y ellas quieren hablar contigo... Son americanas y piden verte en persona como te dije - susurró Tom
El Sr. Morrison escuchó atento y luego deliberó
- Hmm describelas y luego dame sus nombres si lo sabes -
- Bien, son 4 adolescentes, un poco altas, hay una de cabello rojo y ojos verdes, una rubia de ojos café, una castaña de ojos azules y una pelinegra de ojos grises -
- Magnífico - Expresó el viejo granjero - ¿conoces sus nombres? - mencionó con curiosidad nuevamente
- claro, en el orden en que las describí sus nombres son Jessie Williams, Emily Powers, Alex Mason y Harriet Wilson -
- Ah interesante, la señorita Mason vino... Bien, dejalas pasar a ver que necesitan - declaró tomando el libro nuevamente en sus manos
- Desde luego - obedeció el muchacho

«Mientras tanto afuera»

- Esto definitivamente no es una granja, bueno, tiene un establo rojo como en la granja del tío Paul pero... Tiene mas parecido a una hacienda, es demasiado.... Elegante - Comentó Harriet
- Quizás solo es una granja con buenos privilegios - murmuró Emily

Tom se dirigió apurado a ellas para permitirles la entrada, ordenando a los jornaleros cercanos que se ocuparan de llevar las maletas dentro de la casa.

Al entrar, la casa era diez veces mas lujosa que afuera, había una sala pequeña, escaleras, un salón de pinturas exóticas y finalmente la biblioteca donde se albergaba el granjero. Al dar el aviso por parte de Tom, el viejo lo interrumpió con las siguiente palabras:

- Sabia que acababan de entrar hijo, estoy viejo pero aun consigo oirte, en cuanto a ustedes...- resaltó poniendose en pie frente a las niñas
- Señor... Nosotras venimos a...- Alex no termino la frase por que el Sr Morrison interrumpio una vez más
-No desgaste el aliento en explicaciones concretas a personas desconocidas jovencita - dijo tras darle un guiño pícaro y echarle una rápida mirada a las demás
- Disculpe, solo necesitamos un favor - replicó Alex
- Lo que sea por la hija de la hija de mi mejor amigo - sonrió
- Espere, ¿usted es el famoso Peter? ¿Peter Morrison? - sonrió confundida nuevamente
- así es...o bueno, lo que queda de él -
- Mi abuelo me ha hablado de usted -
- Me agrada que aun me recuerde después de tanto tiempo -
- Si bueno en fin, necesitamos un favor urgente -
-  Sé que necesitan hospedaje, pero aquí no podrá ser, sin embargo hay un lugar que les puede servir -
- Me encantaría saber cuál es -
- Es cerca de aquí, permitanme 15 minutos para prepararme y llevarlas. Dispongan de ese tiempo para recargar fuerzas y todo lo demás -
- Por supuesto, gracias señor -
- No es nada -

La Mansión del asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora