— Oye Bianca, ¿por qué la bestia se acercó a hablarte hoy? — preguntó distraídamente Rick.
— ¿Quién te lo dijo? No estabas ahí.
— ¡¿Entonces era verdad?! — medio gritó poniendo mayor atención a la conversación.
— ¿Qué?
— Emma me dijo que los vio hablando juntos.
Estábamos solo nosotros cuatro en el segundo receso de la mañana dentro de mi salón de clases. Y aparentemente, los rumores corren rápido en un lugar donde todos se conocen.
— P-pues si. Me devolvió mi libro — dije señalando el vadécum que tenia frente a mí.
— ¿Y por qué D tenía tu libro? — habló Nina.
— Porque se lo quitó anoche — le contestó Grant a su novia.
— ¡Grant! — le reproché
— ¿Qué? No le voy a ocultar cosas a mi novia.
— Yo no lo iba a ocultar. Simplemente iba a esperar a que llegue el momento para decirlo.
— Tampoco es para tanto. No es como si ningún chico te hablara, Bianca — mencionó mi amiga a lo que todos nos la quedamos viendo. Era muy raro que ella reaccionara así porque había hablado con D. Supuestamente muchas chicas intentaban hablar con él, pero las rechazaba o las ignoraba — Está bien, a quién engaño. ¡¿Cómo fue que pasó eso?! ¡¿Por qué no me lo dijiste?! ¡¿Y por qué estaba D contigo anoche?! — exclamó sacudiendo mis hombros.
— Esa es la Nina que conocemos — dije su hermano sonriendo — Pero ya, Bianca. Dinos porque estabas con él anoche.
— Es que ayer su padre fue a ver a mi tío y como yo generalmente me iba por un rato largo a algún lugar para no estar con ellos , le ofrecieron que se acueste en mi cama ya que aparentemente estaba cansado y en la habitación de mi tío es imposible estar — hice una pausa para tomar aire y proseguí al ver que mis tres amigos esperaban que complete mi historia — Pero yo llegué más temprano de lo habitual y nadie se dio cuenta, así que subí a mi habitación y me dejé caer en mi cama sin prender las luces siquiera, y en ese momento... —
— ¿Y porque no prendiste las luces?
— ¡Cállate Rick! Déjala hablar.
— Gracias Nina. Como decía... en ese momento sentí que algo tocaba mi cintura y salté para luego arrogar mi libro sobre la cama. Luego se lo llevó a su casa sin mi permiso y lo leyó en una noche. Me lo devolvió en la entrada cuando estaba con Grant antes de que ustedes llegaran.
— No puedo creerlo — susurró Rick — ¡Voy a matarlo en cuanto lo vea por tocarte!
— Cálmate, quieres. Ya arreglé yo las cosas con él ayer. Sabes que tengo buena puntería.
Estoy segura de que me iba a contestar pero llegaron el resto de mis compañeros junto a la maestra Lambert haciendo que Grant y Rick se marcharan a sus salones.
Y así pasó el resto de la mañana. Entre la guerra fría inecuaciones en intervalos, y papeles de mi amiga reclamando que le conté la historia a su novio antes que a ella.
Qué buena mañana (nótese el sarcasmo).
[...]
Estaba yendo de camino a casa por la ruta que separa la escuela del pueblo y vi que dos chicas compañeras de Grant se acercaban riendo histéricamente al chico malo que se encontraba a unos dos metros más adelante que yo.
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Mi Tortura
Teen FictionLa tortura no es simplemente dolor físico... se ve representada de distintas formas, y una de las que mas se hace notar es en los sentimientos.