Capítulo 5

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"¡Gin ahora somos novios!, ¿porque dijo eso de la nada?"

-Eh... K... Kisha ¿porque dices eso?

-¡Es lo que dijo Aito-san! Y estoy segura de que es algo bueno- dijo esas palabras con una sonrisa en si rostro, pero no quería que se equivocara.

-Bueno Kisha... ¿Sabes que significa ser novios?- Cómo esperaba no hubo respuesta de su parte, con eso me bastó.

"Supongo que por ahora le cambiare el tema" y eso hice.

-Tengo una idea, ¿que tal si te muestro un lugar al que suelo ir siempre que puedo?- Pude ver que se le iluminaban los ojos.

-¡Si!

-Bien, en marcha.- Caminé con ella a mi lado, hablándole de las cosas que le daban curiosidad en la ciudad, un vendedor se helados, un veiculo, una tienda de abarrotes, prácticamente todo esto era nuevo para ella, y aunque aún yo no entendía muchas cosas; decidí ignorarlas.

Ya habíamos caminado por casi veinte minutos y la cantidad de gente era cada vez mayor, en algún momento tuve que tomar su mano para que no perdernos el uno del otro, y mientras más tiempo pasábamos así más pensamientos invadían mi mente, "¡Sus manos son muy suaves, podría decir que tan suaves como las de una princesa" ese tipo de pensamientos, pero, también era extraño que no mencionara una palabra en todo el rato que teníamos caminando,"Creo que dejó de hablar cuando aumento la cantidad de personas".

Giré mi cabeza para asegurarme de que estuviera bien pero lo que vi tal ves fue demasiado, ella estaba ahí, intranquila, solo mirando mi espalda, no estaba muy a gusto con tantas personas o eso me pareció, sostenía mi mano con firmeza, como una persona pérdida en altamar que se sujeta de una cuerda que es su única esperanza para salir de ahí, me entristeció un poco verla así, pero era mejor ir a un lugar más tranquilo.

"Se esta esforzando" es lo que podía pensar, lo más rápido que pude; casi corriendo la lleve al sitio que le había dicho antes, era un parque, de más o menos media ectarea, estaba muy cerca de el centro de la ciudad, pero por alguna razón la gente escaseaba en ese sitio, además de un vigilante había solo unas cinco personas y un par de niños jugando, la lleve a una banca y ella se sentó, quedando frente a ella me agache y le miré el rostro.

-¿Estas bien?

Ella temblaba y no fue capaz de responder a mi pregunta, eso realmente me preocupó, "¿le habrá sucedido algo en la multitud? ¿hice algo malo?" Por más que pensaba no hallaba una respuesta convincente.

Decidí pasar a la acción, me acerque a ella y la abracé, no se el porque, pero estaba seguro que eso era lo mejor que podia hacer.

-Lo siento, no note que estabas incomoda.

-N... no te preocupes Gin.- Había dicho eso casi susurrando, ella también correspondió mi abraso, después de eso me senté junto a ella y para darle confianza le hable:

-De vez en cuando vengo a este parque, es muy tranquilo y el aire es más limpio que en la ciudad.

-ciertamente.

-¿Recuerdas cuando subí a aquel árbol de manzanas?

-Recuerdo que subiste y no podías bajar...

-Sí... pace casi cuatro horas allí, pero tu fuiste a buscar a la abuela.

-Sí, lo recuerdo, te daba miedo bajar así que busque a la abuela y ella le pidió ayuda a un leñador que vivía cerca para poder bajarte.

Ambos reímos un poco, me alegró poder animarla. Caminamos por todo el parque, alimentamos a las aves y comimos pastelillos, nada mal para un sábado por la tarde.

"Es como un sueño"

***

Ya entrada la noche, regresé a casa con Kisha por el metro, fue un poco difícil convencerla, no le parecía buena la idea de viajar bajo tierra.

Una ves que llegamos, entramos a casa con disimulo, pero había algo extraño, el aire de la casa estaba pesado y deprimente, al encender la luz se vislumbró una persona sentada en el sofa, me miró y solo puedo decir que lo que sentí fue miedo, pues podía ver maldad, rencor, y muerte en esa mirada, no podía ver sus ojos ya que lo escondía bajo una capucha, pero podía sentir su mirada.

-¿Q... Q... quien eres tu?- Eso fue lo que salió de mis labios, un hombre delgado yacía sentado, con ropa raída y descarriada, toda negra su ropa, en sus piernas reposaba una espada, a pesar de que la espada no media más que la distancia que hay del codo hasta la punta de el dedo medio de una persona normal, se veia muy filosa, y una radiante belleza emanaba de esta, una total discrepancia a su portador.

El solo se levantó y dijo:

-Es hora de poner fin a tus engaños-

"¿A que se refiere? ¿porque me dice eso?" Pero no era conmigo, le estaba hablando a la chica que estaba tras de mi.

-¡Yo no he echo nada!- Exclamó Kisha molesta.

El hombre tomo su espada y camino de manera amenazante hacia ella, pero como yo estaba en medio, no me moví de ahí, estire mis brazos a los lados queriendo protegerla pero eso era algo muy estúpido, "Solo vete, déjala, no tienes nada que ver en esto, ¿acaso crees que la puedes proteger?" Eso pensaba, pero de todos modos seguí allí, tal ves esa inyección de valentía acabaría costado una herida severa, o tal ves mi propia vida.

-Muévete, tu no tienes nada que ver aquí.- Muy ciertas eran esas palabras, pero me mantenía firme.

-Sí no te quitas tendré que quitarte de en medio- Nada más escuchar su voz me aterró.

-¡No! ¡No voy a dejar que le hagas daño!- Estaba sorprendido de mi propia valentía y firmeza, pero eso no serviría de nada ya que el era obviamente más fuerte que yo y tenía una espada.

-Parece que no lo entiendes, te lo explicaré para que que la dejes de una buena manera y así no tener que lastimarte.- "¿Qué no entiendo? ¿Kisha me ocultaba algo?" El hombre apunto su espada hacia ella.

-Quien proteges es un espíritu asesino, consume la vida de las personas cuando estas están durmiendo, ya a matado a cientos.

"No lo creo, Kisha no le aria daño a nadie"

-por dos años e estado busabdote, ¡ahora no te voy a dejar escapar!

-Aún si eso es verdad, no me moveré de aqui.- "Se acabó... estoy siendo un idiota y a lo grande"

El hombre se movió hacia adelante muy rápido, apenas pude verlo.

"Dolor, siento dolor en mi pecho" No lo había notado pero tenía una espada clavada en mi pecho, "Esto es gracioso, que sueño más extraño estoy teniendo, ya es hora de despertar, no quiero morir no importa que este soñando" Me deje caer hacia atrás y sentí la calidez de unos brazos que me tomaron, lo último que escuche fue un grito desgarrador que decía mi nombre.

-¡Giiin!

Se escuchaba muy lejos, en otra dimensión, alguien me llamaba, "que molesto, tengo sueño."

The fox Spirit of my House Donde viven las historias. Descúbrelo ahora