Puede que a veces nos cansemos de nuestro
pelo, de la forma de maquillarnos o incluso
del color de nuestros ojos. Es sencillo
cambiar nuestra forma de maquillarnos y el
aspecto de nuestro pelo cortando o tiñéndolo,
pero el color de los ojos, lógicamente, es más
difícil cambiarlo.
Ahora la tecnología está mucho más
avanzada y existen dos formas de cambiar el
color de los ojos, una temporal y otra
permanente.
La forma temporal es para aquellas personas
a las que les gusta cambiar de color de
forma frecuente. Para ello utilizamos lentes
de contacto, las cuales existen de diversos
colores (azul, verde, gris, miel...). El color más
utilizado suele ser el verde, seguido por el
azul. Además, con todos los avances que
existen, no sólo se consigue cambiar el color
de los ojos sino también añadir detalles
naturales que suele tener el iris del color
elegido, como las manchitas. Esta opción es
la más usada, ya que puedes cambiar de
color siempre que quieras.
La forma permanente la
utilizan quienes quieren cambiar porque no
soportan su color de ojos. Para ésto se
utiliza la cirugía, en la cual se pone un
implante del color deseado delante del iris.
Se realiza una cirugía en la que solo se
necesita anestesia local. Las personas que
más usan este método son aquellas que
tienen problemas de pigmentación o son
albinas, pero cada vez hay más personas que
prefieren este método por razones estéticas.
Si tienes curiosidad por saber cómo serían
tus ojos de otro color o qué color te favorece
más, puedes probar a cambiar el color de tus
ojos en una fotografía antes de gastar dinero
en cualquier método. Así sabrás si te gusta o
no el cambio antes de hacer gastos
innecesarios. No es complicado y
encontrarás cientos de tutoriales por internet
