CLUB DE SLUGHORN 2

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Me desperté dos horas más tarde debido al gran ruido que hacía Sirius, estaba cantando una canción llamada Help de un grupo muggle muy famoso llamados The beatles, el chico solía cantar muy bien debo decir, pero en este momento lo hacía con el puro objetivo de molestarme, el no podía estar todo un día en cama le encantaba disfrutar el tiempo afuera.

- Cállate, con esa voz no necesitarías un patronus para espantar a los dementores, los pobres volverían a la podredumbre de la que nacen si te escuchan. Dije dándome la vuelta para seguir durmiendo.

- No seas flojo y levanta tu trasero de ahí, son las nueve de la mañana y muero de hambre, Remus y Peter ya bajaron agradece que soy un alma pura y decidí esperarte. Me respondió él.

- Ya, ya voy, me iré a bañar, revisa la carta que envió Sluhgorn, nos quiere ver en su despacho antes del almuerzo, iremos después de desayunar.

Me demoré mucho en el baño, mis músculos estaban completamente agotados, sentía el ácido láctico recorrer todo mi sistema, el segundo día después del ejercicio el dolor era soportable, pero el verdadero problema vendría mañana, el tercer día la movilidad era supremamente difícil, dolía caminar y parecías un pigüino, eso es lo que vendría mañana para mi junto con las burlas de Sirius. Lo primero que hice fue llenar el baño de agua helada, había que los deportistas muggles se metían en tinas de hielo luego de cesiones de entrenamiento muy fuertes o torneos, así que hice eso, estuve durante diez minutos helada, luego de eso estiré un rato los músculos, para que la sangre sacara el ácido láctico y no me diera tan duro el dolor, y finalmente me dí un baño con agua muy caliente, lo que terminó de relajarme, tras eso salí para ponerme ropa, tenía un saco nuevo que me había regalado Amber, lo había mandado traer de Nueva York y era genial de color rojo de Gryffindor, me lo puse con unos Jeans y fui a encontrarme con Sirius.

- Casi que no estás listo, caramelito, pareces una chica con todo lo que te demoraste. ¿Que quiere Slughorn? ¿Lo sabes?

- No, se lo mismo que tú.

- Vamos a desayunar, muero de hambre.

- ¿Vamos a ir a su oficina?

- No hemos hecho nada por lo que deba castigarnos, no me parece mala idea ir.

- Bien, pero si nos castigan me harás todas las tareas de pociones por un mes.

- No seas una nena.

Llegamos al gran comedor y todos los Gryffindor empezaron a gritar mi nombre nuevamente, yo empecé a saludarlos cuando Amber llegó corriendo a mi encuentro.

- James, veo que te gustó el suéter que te mandé traer desde NY, además te ves muy guapo con él.

- Es muy cómodo, me encanta, y si me queda muy bien gracias.

- Chicos, lo lamento pero nuestro magnifico héroe del Quidditch está muy hambriento, y tenemos una reunión con Slughorn si son tan amables de dejarnos desayunar....... Dijo Sirius, con lo que logró que la multitud nos dejará pasar a lo lejos Slughorn nos saludó a Sirius y a mi con una gran sonrisa que cubría toda su cara.

- ¿Nos está saludando? Me pregunto Sirius.

- Eso creo, dije yo mientras levantaba la mano y lo saludaba ¿ves a Lily? a ella siempre la saluda.

- No, no está por aquí.

- MMMMM, el señor debe estar encantado con mi juego de ayer, en fin no tiene importancia desayunemos, y luego vamos a verlo a su oficina.

- JAMES, JAMES. nuevamente era Amber que venía corriendo con Treece, mientras Chase se quedaba esperándolos atrás.

- Ambie, dime ¿que necesitas?

- Dijiste que esta tarde podríamos estudiar astronomía hoy juntos ¿sigue en pie?

- Por supuesto, veámonos a las tres en la biblioteca, para estudiar las constelaciones.

- Genial, Adios. Dijo y se fue riendo mientras corría con Treece hacía Chase nuevamente, estaban riendo juntas.

- Esa chica está completamente enamorada de ti. Dijo Sirius riendo.

- Lo se, está encantada, obviamente no estoy en busca de una novia, pero tener una admiradora no está nada mal, ademas ¿que dices tu? si era obvio que Treece estaba encantada con tigo, no dejó de mirarte, y Cameron, la de Hufflepuff te sigue todo el tiempo.

- Si, pero la diferencia entre tu y yo es que yo prefiero estar con mis amigos.

- Bueno, bueno si, muévete que tenemos que ir a ver a Slughorn.

Nos levantamos y rápidamente llegamos al despacho de Slughorn, el señor estaba abriendo un regalo que le habría regalado algún viejo estudiante, el era bastante popular y querido para ser un profesor.

- Señor, disculpe, me escribió una carta, ese es el motivo de mi visita.

- Claro, claro James, Sirius, pasen pasen.

- Gracias señor. Conteste

- Supongo que se preguntan porque los llame hoy.

- Bueno pues esperábamos que nos aclarara el asunto. Conteste.

- Bueno verán ¿alguno de ustedes ha oído algo acerca del club que manejo?

- Pequeñas cosas, algunos estudiantes hablan del tema por los pasillos, pero no lo sabemos con claridad. Dijo Sirius robándome las palabras de la boca.

- Bueno verán el club lo funde yo cuando empecé a enseñar en el colegio, razón por la que el club lleva mi nombre, cada año selecciono un pequeño grupo de estudiantes, los más prometedores de su generación, estudiantes que a menudo se forman un futuro exitoso, que resaltan sobre los demás, el club les servirá ademas de para pasar un momento agradable con algunos de sus compañeros para formar relaciones con los que seguramente llegaran a triunfar en el mundo mágico, relaciones con las que se ayudarán entre ustedes.

- Bueno señor, creo que nos encantaría asistir, pero primero nos gustaría saber el porque de que nos quiera invitar. preguntó Sirius, supongo que no le gustaría recibir por respuesta que se debía a su familia, y la gran historia de esta.

- Por supuesto, por supuesto señor Black, verá he estado observándolos desde el año pasado, por supuesto ambos provienen de familias reconocidas, y se espera mucho de ustedes, yo podría haberlos invitado desde el año pasado, pero quería primero observarlos, ambos son estudiantes talentosos, que destacan en la mayoría de sus clases, no son los mejores en pociones, pero no les va mal, además de eso poseen una visión del mundo que les ayudará a conseguir lo que desea, luchan por lo que quieren y consideran correcto.

- ¿Y cuando son las reuniones señor? Pregunte yo, antes de que Sirius hablara.

- Les mandaré una lechuza con la fecha y el lugar de encuentro, espero que asistan queridos muchachos.

- Bien señor...... Sirius me interrumpió.

- Señor, pero hay estudiantes que destacan academicamente más que nosotros y no hacen parte del club, como Remus, ya sabe que el es de los mejores de nuestro año.

- Bien pueden tener razón, pero el señor Lupin tiene impedimentos de otra naturaleza que le impedirán llegar a explotar todas su dotes mágicas al máximo.

leí la rabia en la cara de Sirius e inmediatamente me despedí de Slughorn, le dije que teniamos tarea de astronomía y salí inmediatamente con Sirius detrás mio.

- Es un idiota, no iré. Dijo Sirius.

- No por supuesto que no, no iremos, no si Remus y Peter al menos, ahora me voy porque tengo mi cita de estudio, nos vemos en el gran comedor a las 8 para cenar.

- Buena suerte en tu cita.





Lily y James Potter (las memorias de un amor infinito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora