¡Mil gracias por los reviews! Puedo decir que literalmente me puse a cantar y a saltar.
Creo que era porque tenía el periodo :S
Bueno, tras esa locura momentánea, decidí recompensarlos con un capitulo sobre la mañana siguiente a esa noche de pasión.
Un beso y mil gracias.
Disfrutad (:
La mañana siguiente.
Me despierto cuando la luz del sol baña mi rostro.
No abro mis ojos, porque nunca me he sentido tan... tranquila. Feliz.
Siento la palma de la mano de Peeta al final de la espalda, y su respiración en la coronilla de mi cabeza. No es tan extraño (dormimos así muchas veces) sino fuera por el hecho de que estámos completa y absolutamente desnudos. El roce de su piel contra la mía es suave, excitante, haciéndome recordar la noche pasada. Me sonrojo con furia.
¿Por qué demonios no había ocurrido antes?
Después de la rebelión no habíamos tenido tiempo, ni tampoco la situación, para pensar en... ello. Simplemente dejamos que nuestra relación fluyera, haciéndose cada vez más y más estrecha. Nos protegmos y cuidámos a nuestra manera, queriéndonos aunque no fuera necesario decirlo. Nunca nada me hizo presagiar que pasaría lo que pasó la noche pasada. Aunque admito haber tenido pensamientos algo impuros con Peeta algunas veces, como cuando sale de la ducha solamente tapado con una toalla o hace pan en verano, cuando hace tanto calor que se obliga a a quitarse la camisa.
Pero... guau.
Peeta Mellark me sorprendió como nunca la noche pasada. Estoy totalmente segura a que me mentía cuando me dijo que era virgen. Tenemos 20 años de edad.
Sonrio ante el travieso pensamiento y abró los ojos.
La luz me ciega durante un momento. Parpadeo rápidamente hasta que puedo apreciar parte del cuello de Peeta, en el cual estoy acurrucada. Su respiración tranquila y sosegada me indica que sigue durmiendo.
Me levanto con extremo cuidado, no queriendo despertarlo. Me dirigo de puntillas hasta el baño de la habitación, cerrando la puerta lo más sigilosamente posible. Evito por todos los medios mirar mi reflejo en el espejo, mientras espero a que la bañera se llene de agua. No creo que pudiera mantenerme en pie el rato suficiente para darme una buena ducha. Cuando esta llena, me meto lentamente en el agua, disfrutando de la sensación de la tibia agua contra mi piel sobrecalentada. Tras colocarme en una posición cómoda, cierro los ojos y sonrio como una tonta al recordar la noche pasada.
Los besos y caricias de Peeta iban fuera de los limites. Nadie podía repartir tanto amor y dulzura en caricias tan salvajes y ardientes. Eran tan especiales, tan únicas. Tan Peeta.
Fue tan caballeroso, tan dulce. No quería que hiciera nada que no disfrutara, aunque estuviera olvidando su propio placer.
Me muerdo el labio inconscientemente cuando pienso en que Peeta quizá no hubiera recibido el placer que merecía, el que él me otorgó a mi. Él parecía tan experto, y yo tan inútil.
Me pregunto como me pude creer en su momento que él nunca había hecho el amor con alguna mujer. Los celos, con solo pensarlo, me golpean como si un ariete se tratase.
No puedo imaginarme las manos de Peeta en ningún otro cuerpo que no sea el mio.
Los besos de Peeta en otros labios que no sean los mios.
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Noche de Amor.
RomanceOneshoot pequeño de nuestra pareja favorita: Katniss y Peeta. Es una historia pequeña. Algo que pudo a haber ocurrido después del libro Sinsajo. ¡Espero y lo disfruten!