-20 de junio de 2015-
Son las 14:00, estoy en clase de inglés es viernes, ultima hora y hoy se finalizan las clases.
Suena el timbre, no había querido que sonase el timbre como hoy ha sonado desde hacia mucho tiempo.
Bendito sea el verano.Yo y mis amigas decidimos bajar al parque para celebrarlo y hablando decidimos ir a casa de Aïda donde vamos todas a su garaje donde esta la Play el ordenador y algunos sofás, me gusta mucho ese sitio, es bastante acogedor. gatos, hay 3 gatos, me dan miedo los gatos, es el único inconveniente pero intento ignorarlos.
Después de hablar y mirar unas cosas por Internet decidimos abrir un anuncio que ha aparecido en un lado de la pantalla de un parque acuático que hay cerca de casa, Aquopolis se llama.-Parece divertido, podemos ir algún día ¿cuanto vale la entrada?- pregunta Marina.
-Quince euros si la pides con unos días de adelanto por Internet, aunque el pase de toda la temporada vale sesenta i dos euros- contesta Aïda ya que ella es la que tiene el teclado y el ratón en sus manos.
-Podríamos cambiar de ambiente e ir al aquopolis algún día en vez de ir tanto al parque y por el barrio, creo mi padre nos puede llevar y traer- les digo.
Después de razonar-lo durante un rato decidimos que cuando lleguemos a nuestras respectivas casas preguntaremos si nos dejan.
Son las 23:00 estamos hablando por el grupo que tenemos en whatsapp y a todas nos dejan hacernos el pase y mi padre finalmente nos podrá llevar y traer.
A la semana siguiente después de ese día decidimos hacernos el pase del Aquopolis.
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La promesa
CasualeHola soy Laura y un dia decidí con mis amigas ir a un parque aquático para no estar siempre en nuestra ciudad y cambiar de ambiente, en el momento en el que entré a ese maldito parque lo ví, le ví a él se llamava Roger. Tenia dieciocho años y vive a...