Engaño

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A Regina no la miré a la cara, la verdad no sé cómo alguien puede engañar con tanta facilidad y sin chistar.

Thomas se me acercó a hablarme en cuanto entré al aula, es un chico excelente. En toda la clase me habló de los hombres más sexys del instituto, sí, es gay pero es un verdadero amor.

Su madre tiene una peluquería en el centro de la ciudad, e iremos mañana. Hace tiempo no voy a una.

En el receso, el grupo se dirigió a un parque cercano al instituto a fumar. No te preocupes que yo no probé nada, aunque me insistieron. Tenía hambre, sabes cómo soy con la comida "vivo para comer, yo no como para vivir".

Compré unas galletas de chocolate, por cierto deliciosas y mi té helado de cada mañana.

Todo me lo comí en un santiamén.

Con amor Victoria  


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