Una sensación rara

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Cuando tenía sesiones de fotos, me sentía querida, no sé por qué, pero la gente pedía mis fotos en todas las revistas de Estados Unidos y eso me hacía sentir querida.

La primera vez en los brazos de Adam pensé que sentiría algo parecido, que alguien por fin me querría realmente por lo que soy no por lo que tengo, pues él aun no sabía quién era yo. Pero no fue así, más bien era una sensación rara, algo parecido a la primera vez que Adam me dio drogas, me sentí mareada, no más que eso y no como me decían que me sentiría.

CON AMOR, VICTORIA.

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