Capitulo 8: Sola

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Después de aquella noche las cosas se pusieron un poco extrañas. ¿En qué sentido?, bueno Marcy y Marshall casi no me dejaban sola. Era como si fueran mis padres. Cada vez que tenía una pesadilla o algo, Marshall me calmaba. Si prácticamente se había adueñado de lo que es mi habitación de noche, por lo menos fue así las primeras semanas, pero de repente algo cambio. Respecto a lo ocurrido esa noche no quise decirles a mis padres lo que había pasado, primero porque me daba vergüenza y terror tan solo mencionar el tema y segundo porque de seguro no me volverían a dejar salir nunca más.

Una tarde me encontraba viendo las noticias y apareció el hombre que me había atacado, al parecer había muerto esa misma noche, se desconoce el porqué, solo que fue un animal extraño que bebió toda su sangre. Mi mamá dijo que podría haber sido el chupacabras "Un ser que supuestamente ataca de noche y bebe la sangre de los animales en los pueblos cercanos" y mi papa rio diciendo que si no era eso de seguro había sido un vampiro. Esos son los momentos que me entretienen de mi familia, siempre encuentran la forma de darle un toque cómico a todo lo que sucede a su alrededor.

Alma ese encuentra de novia con Finn, es un buen chico, la trata como si fuera una princesa. Me gusta mucho salir con ellos y verlos tan felices. Por otro lado Boni se peleó con Marcy y aun no se ponen en la buena. En parte me siento culpable ya que quizás la descuido por estar pendiente de mí.

-Oye Marcy... sabes no es necesario que me acompañes a casa después de clases-Dije mientras caminábamos a casa-No creo que me pase nada a esta hora-

-¿Estas segura?, ¿No te da miedo?-

-No, además deberías tratar de arreglar las cosas con Boni-

-No, ella es la culpable, no tengo porque disculparme yo-

-Pero... tus eres como el hombre- dije un poco sonrojada- y bueno sabes cómo somos las mujeres, sobretodo Bonibell deberías tratar de acercar...-

-Ya dije que no... yo no tengo porque disculparme-dijo poniendo sus manos en la cabeza y pateando una piedra- Por cierto mañana haremos una fiesta en la mansión, esta será de noche-Dijo esto para cambiar el tema así que decidí no insistir más por ahora-Sera de disfraces ya que es para conmemorar Halloween-

-Wow que entretenido-dije sonriendo-

-Sí, así que debes venir disfrazada, si quieres Marshall puede pasar a buscarte-

-No, no te preocupes de seguro Alma y Finn me pasaran a buscar-

-¿Qué paso con ustedes dos?-

-No lo sé, no lo he visto estas noches y no me ha puesto atención en clases... supongo que Ashley...-

-Bueno a mí por lo menos no me ha hablado de ninguna chica... si eso te hace sentir segura-

-Quizás dije algo mientras dormía que le molesto-dije encogiéndome de hombros-

-¿Algo como que?-

-Ni idea dije encogiéndome de hombros-

Cuando llegamos a casa Marceline no quiso pasar, dijo que tenía que ir a hacer los preparativos para la fiesta. Entonces me quede sola en casa nuevamente. Hace mucho que no se sentía así, desde que Marshall dejo de venir, Marceline o Alma se han quedado haciéndome compañía, pero hoy ambas tenían cosas que hacer y no podía obligarlas a quedarse.

Me recosté en mi habitación y empecé a escuchar música. Hasta que la ventana de mi habitación empezó a sonar. Abrí la cortina era el pájaro negro, estaba mejor y traía... traía un flor negra. La dejo en mi escritorio y salió volando. No quise seguirlo, no tenía ánimos de nada, la verdad esta semana he estado algo bajoneada. Pero no se lo he querido decir a nadie. Al menos esa flor me saco una sonrisa. ¿De dónde vendrá ese pájaro?

Me acosté nuevamente y me quede dormida.

"Mamá... eres tú? Baje las escaleras y encontré a mamá tirada en el suelo, mis piernas empezaron a temblar y caí al suelo. Había alguien de pie, llevaba una capucha negra, no podía ver su cara. -¿Por qué? ¿Porque lo hiciste? ¿Quién eres? – ¿Qué no me reconoces?- Era una chica-Soy tu, somos un monstruo, la chica se sacó la capucha y de verdad era yo, sus o mis manos estaban manchadas, al igual que su rostro con sangre, no podía creer lo que veía mis ojos estaban rojos y sonreía, entonces mire mis manos al igual que las de ellas estaban manchadas y ahora me encontraba frente a mi madre... -yo... yo lo siento...no quería... no...-"

Desperté dando un grito, nuevamente la misma pesadilla, busque entre la oscuridad a Marshall, luego recordé que ya no estaba a mi lado. Hace mucho que ya no venía. Me senté en la cama y comencé a llorar. Me encuentro sola.



Un Nuevo Amanecer (Marshall y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora