Miss you

2.Último fin de semana

Multimedia: Sophie.

Quedaban dos días para ir a Florida, era el último fin de semana que pasaría con Jurai hasta dentro de mucho.

Así que decidimos ir de acampada con Teren y David.

-Mamá, aunque sea mi último fin de semana aquí, no quiero pasarlo en casa sin hacer nada, déjame ir con ellos -por la cara que puso, entendí que debía usar el arma maestra, los ojos de gato. Me dispuse a poner morritos y los ojos llorosos.

-Cariño, eso solo funcionaba cuando eras pequeña, -lo intenté otra vez - vale, me rindo, ves con ellos.

-AAAYY, ¿te he dicho alguna vez cuánto te quiero? -la abrazé.

-Siempre que quieres algo -reí.

Fui a mi cuarto para avisarles de que la operación no había fracasado.

CONVERSACIÓN POR MÓVIL

Mi amoooor: ¿Te dejan? c:

Yo: Sí, he tenido que usar mis preciosos ojos, pero sí.

Mi amoooor: Siempre tan humilde JAJAJA

Yo: Lo sé

Avisa al resto pls

Te quiero

Mi amoooor: Yo más mi vida

Ahora les aviso

Visto 10:30

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Metí en una mochila todo lo necesario para la acampada.

Cuando ya estábamos todos listos fuimos para allá.

Yo llegué la última, como siempre, la impuntualidad me acompañaba.

Estaban montando las tiendas de campaña. Me acerqué a ellos.

-Mirad quién ha llegado -dijo Teren, con mirada acusadora.

-¿Acaso pensábais que llegaría temprano? Lo mejor se hace esperar -hice gesto de diva, Jurai y Teren se rieron.

-Qué poco echaré de menos tu narcisismo -dijo David acabando su tienda de campaña - por fin.

-Oh venga David, es obvio que me echarás de menos, todos lo hacen dah -se rió y me empujó amistosamente.

Jurai vino a abrazarme.

Ahora explicaré una cosa, yo mido 1'79, soy bastante alta para ser mujer, cosa que odio.

Encontrar un chico más alto que yo es difícil a veces, y admito una cosa, en lo primero que me fijé de Jurai fue en su altura.

Pues eso, me abrazó.

-Te he echado de menos -me susurró después de morderme el lóbulo, un escalifrio recorrió mi espalda.

-Sophie, Jurai, podéis ir cogiendo madera -dijo Teren.

Y eso hicimos, ir a por madera.

Era un bosque bonito, con un lago al lado.

-¿Con madera se refiere a palos y troncos y tal? -pregunté.

-Supongo -cogió troncos del suelo y me los dio -ves llevándolos.

Los cogí y volví hacia las tiendas de campaña, dejé los palos en medio creando algo parecido a un lugar para hacer una hoguera, Jurai vino con algunos troncos más.

Fuimos todos a comer a un restaurante que había un poco lejos, cuando volvimos decidimos darnos un chapuzón.

Nos pusimos los bikinis y ellos los bañadores.

Otra cosa sobre la que hablar: tetas.

Sí, tetas. Yo podía ser guapa de cara, podía estar delgada y ser alta, pero también podía ser usada de tabla de planchar.

En cambio, Teren era todo lo contrario. Injusticias de la vida.

-¿Venís ya o qué? -se escuchó a David desde fuera.

Salimos y les vimos con bañador frente al lago. Metí un pie para ver la temperatura.

-¡Está muy fría!

-Te metes conmigo y ya te calentarás -Jurai me guiñó un ojo.

-Dios me libre -reímos -metámonos todos a la vez, va.

Nos cogimos de la mano y saltamos.

-¡Joder está muy fría! -se rieron.

Estuvimos nadando, bromeando, salpicándonos, etc...

Luego nos envolvimos en una toalla y nos sentamos al lado de la hoguera improvisada, calentamos nubes, como en las películas vaya.

Teren y David se fueron a su tienda de campaña, Jurai se fue a vestir y yo me senté frente al lago.

Estaba triste, me lo había pasado tan bien, que estaba triste.

Sentí un brazo sobre mí, me recosté sobre el hombro de Jurai.

-¿Estás bien? -susurró.

-No quiero separarme de ti.

-¿Crees que yo sí? -me quitó el pelo de la cara.

-No voy a aguantar tanto tiempo.

-Iré a visitarte cuando pueda ¿vale?

-En New York habrá muchas chicas guapas -rió

-Mi amor, no hay ni una chica más guapa que tú.

-Te quiero -le cogí la cara y posé mis labios sobre los suyos, sentí sobre nuestros labios mis lágrimas.

-Mira, -señaló la luna -en Florida y en New York se ve la misma luna.

-Qué descubrimiento -reímos.

-Cuando me eches de menos solo tienes que mirar la luna, y saber que yo miro la misma.

-Qué mariconada. -rió

-Siempre tan tú.

Me tumbé sobre el césped y él también.