Prólogo.

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    Cassandra Stevens, una chica común de 18 años, recién graduada de la escuela y a punto de ser aceptada en unas de las mejores universidades de Estados Unidos, además de ser hija única, es la pequeña hija de papá,  ya que luego de la muerte de su madre, su padre, Thomas, creo una gran relación con su dulce y tierna hija... claro eso era lo que él creía.

Cass, como la llaman sus amigos, no es más que otra joven que ama la diversión, las fiestas, drogas, adrenalina, alcohol, entre otros. Junto a su mejor amiga, Jenna, vive las mejores  y alocadas experiencias que podría imaginar a espaldas de toda su  vida normal.

Y luego está el fascinante soltero de 19 años Sebastian Allen, británico,  jodidamente guapo y ardiente, divertido, sarcástico, aventurero, rudo, narcisista y tantas cosas más, es el chico por el cual todas las tías babean, suspiran, fantasean y hasta lloran; mientras que para él todas esas chicas son solo juguetes descartables tal como él lo fue para la única chica de la cual se enamoró.

Cassandra y Sebastian no son tan distintos, ambos viven una descontrolada, autodestructiva, divertida y secreta vida, la cual los lleva a encontrarse en diferentes escenarios, obligándolos a conocerse al menos un poco y luego no dejarán de verse por "casualidad" ya que de alguna u otra manera algo los atrae al otro, no importa cuánto lo nieguen. El único problema es que Sebastian no se enamora ni deja que se enamoren de él, así que elevará sus niveles de hijo de puta para alejar a Cassandra de su vida, no importa lo que cueste o lo que tenga que hacer.

Y Cassandra cegada por los sentimientos que siente por él, no se da cuenta de que el chico por el que está cayendo profundamente será el que la lastime de la peor forma, rompiéndole el corazón en trillones de pedazos, algo que ella se prometió que nadie; pero nadie haría.

Nobody breaks my heart.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora