Ángela después de reflexionar, giró la cabeza y vio
la tarjeta posada sobre el escritorio. En ese momento supo a que código se refería el portátil.
Fue hacia ella, rápidamente la cogió y anotó el código, le dio a aceptar.
El código era el acertado, cuándo apareció un candado desbloqueado una de las estanterías se hizo a un lado y dejo al descubierto una llave, Ángela la cogió, antes de que pudiera decir cualquier cosa su madre apareció en la puerta de su habitación, ella escondió la llave fugazmente detrás de su espalda.
- Hija! Que haces a estas horas despierta? Vete a la cama anda!
Ángela se fue a la cama, despertó temprano queriendo descubrir para que servía esa llave que encontró anoche, además quería saber cuál iba a ser su regalo de cumpleaños, exacto, ese día era su cumpleaños. Fue a todas las puertas que encontró para probar las cerraduras pero ninguna coincidió, ya casi desesperada y a punto de rendirse, empezó a oír unos llantos desde el salón.
Cuando fue hacia allí no encontró a nadie, se colocó en el centro del salón dónde había una alfombra gris, ella miró hacia abajo y quitó la alfombra.
Enseguida se vio la trampilla que al parecer daba a un sótano.
Con esperanza a que la llave abriera ese sótano puso la llave sobre la cerradura y la giró, se oyó un clink. La puerta se había abierto!
Abrió la trampilla, antes de bajar a ver que había allí abajo fue a por una linterna, cuándo ya la consiguió, bajo las escaleras, los llantos eran cada vez más fuertes, no se veía nada, hasta que de pronto Ángela vio a un fantasma en un rincón allí abajo, no gritó, no huyó, simplemente se quedó allí parada, mirándolo fijamente.
Cuando el fantasma se dio cuenta que le estaban observando dejó de llorar.
- ¿Quien eres?
- Soy Ángela, la que vive ahora en esta casa.
- ¿Sabes qué soy?
- Mmm.. eres un fantasma, ¿verdad? - respondió
- Sí, no vas a huir cómo los 3 antiguos propietarios? - dijo desolado
- No,¿ porqué iba a huir? Si eres un fantasma bueno,¿No?
- Sí, pero normalmente los humanos me tenéis miedo
- Yo no le tengo miedo a nada! Y me encantaría tener un amigo fantasma! ¿Quieres ser el mio? - Preguntó entusiasmada
- Claro !!!- respondió el fantasma de inmediato.
- BIEN !!! Pues a partir de ahora seremos BFF! Ahora cuentame, ¿porqué estabas llorando?
- Porque hoy es mi cumpleaños y otra vez más lo iba a pasar solo y sin compañía.
- Hoy es tu cumpleaños?!? El mío también!!! Lo celebraremos juntos!!! Espera que voy a por una cosa.
Ángela salió corriendo de allí hacia la cocina, estaba su madre levantada haciendo un pastel para ella, puesto que cumplía años, Ángela al ver ese pastel dijo que quería llevarselo al salón a comerselo y que no le molestara. Su madre aceptó que se lo llevara y prometió que no le molestaría.
Ángela volvió a bajar al sótano del salón y puso la tarta sobre el suelo enfrente del fantasma mientras decía...
- Pide un deseo y sopla las velas.
- Él lo hizo, cogió aire, cerró los ojos, pensó su deseo y soltó todo el aire apagando así las velas.
- Muchas gracias por esto - dice el fantasma evitando que se le caigan las lágrimas de alegría
- De nada, pero siento no haberte traído un regalo, es que esto me ha pillado por sorpresa - dice Ángela mientras le aparece una sonrisa en su cara.
- ¿¿¿Pero que dices??? Si ya me has dado el regalo que para mi más vale en el mundo!!!
-¿A sí? El qué?- Pregunta extrañada Ángela
-Pues tu me has echo feliz, gracias a ti ahora soy feliz, y lo que siempre digo es... que sin la felicidad no somos nada, no podríamos vivir, es por eso por lo que me convertí en fantasma, nunca fui feliz.
MORALEJA: La felicidad es muy importante en la vida, hay que tener una sonrisa siempre en la cara, porque la felicidad es lo mejor, porque la felicidad ... se encuentra en el sótano.
