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Ya eran las siete de la tarde, y Harry todavía no se iba. Estaba sentado en el sillón junto a Jared jugando en la Play-Station, mientras que los dos se reían y competían.
Mi preocupación no era que Harry pasara mucho tiempo con Jared, es mas, eso me encantaba y me emocionaba, mi preocupación era la prometida de Harry, Elizabeth. Cuando se enterará de que Harry paso todo el día con su ex novia y con su hijo, se pondría hecha una furia.
El partido entre Harry y Jared había terminado, y entre risas y suaves empujoncitos vinieron a mi pidiéndome la merienda.
-Jared, ve a apagar la televisión y a lavarte las manos. Luego de eso te doy la merienda.- Y mientras Jared se iba corriendo hacia el baño, lo mire seriamente a Harry. Y mientras me daba la vuelta hacia la mesada de la cocina y me ponía de espaldas a él, le pregunte:
-¿Y tu prometida?
-En casa. -Respondió cortante, y sabía perfectamente que estaba nervioso.
-Supongo que estuvo en total desacuerdo que vinieras hasta aquí para conocer a tu hijo. -Dije con una sonrisa en la cara.
-Con respecto a eso... -me dijo suspensivo, aunque yo sabía perfectamente lo que iba a decir-. Me gustaría que lo mantengamos entre nosotros. Ella no esta del todo enterada.
-Ella no esta del todo enterada...- repetí su palabras.
-Exacto. -Estaba apunto de regañarlo, pero a demás de que yo no era la indicada para hacerlo, Jared interrumpió nuestra conversación.
-¿Y la merienda, mami?
-Acá esta campeón, tomate todo el jugo con cuidado. Harry, ¿café con leche con 2 de azúcar y un chorro de soda? -y cuando había terminado de decirlo, me di cuenta de lo que había dicho.
-Si, eso esta perfecto.- Su teléfono empezó a sonar. Se disculpó y se fue un poco mas lejos para hablar en un leve susurro. Y mientras Jared me miraba confuso, le hice una seña de que no hablara, por las dudas de que fuera Elizabeth.
Y mientras yo tomaba mi café miraba a Harry hablando por teléfono. Estaba nervioso, se agarraba los pelos que se le caían en la frente y los ponía en su lugar... Luego de unos minutos corto el teléfono y camino hacia nosotros.
-Lo siento- dijo él-, pero me tengo que ir, me esperan en casa.
-Pero papá, no terminaste la merienda.
-Hijo- interrumpí a Jared-, Harry se tiene que ir. Otro día viene a visitarnos.
-Si, te prometo que vengo otro día- le dijo Harry abrazando a Jared y dándole un beso en la cabeza-. ____, acompáñame a fuera, necesito hablar con vos.
-Si, claro... Jared termina la merienda, yo ya vengo.-
Salimos a fuera del departamento y lo acompañe hasta la puerta de entrada del edificio. Él me dejo pasar primero y luego cerro con cuidado la puerta y me miro. Me miro con esos ojos verdes que antes me miraban de una manera tan especial, pero esa mirada llena de amor había desaparecido, y ahora era dirigida a otra mujer.
-Bien, que era lo que querías?- le pregunte.
-Yo quería decirte que... que tuviste un hijo hermoso...
-Tuvimos -lo interrumpí.
-Si, tuvimos... a lo que me refería es que tu lo criaste y por eso quería felicitarte, no cualquiera logra salir tan bien de esa situación.
-Gracias Harry...- se produjo un silencio incomodo-. Bueno, pero ahora vos también vas a poder tener la oportunidad de criarlo.
-Si, lo se... Gracias.
-Por nada... creo.
-Bien, me tengo que ir... me están esperando
-Por supuesto, chau... -el asintió con una sonrisa y se dio la vuelta para dirigirse a su auto, e irse y dejarme con un nudo en la garganta, como lo hacia antes... antes de que pasara todo lo que paso. Eramos tan distintos, tan opuestos, tan ajenos. Y ahí estaba la conexión, esa era la coincidencia; lo que teníamos en común.
Negué con la cabeza sacando viejos recuerdos de mi memoria y entre al edificio pensando en que iba a ser de Jared y de mi en el futuro. Cuando entre al departamento, vi a Jared tirado en el sillón bien dormido, asique sonreí y lo levante entre mis brazos para llevarlo a su habitación, había jugado mucho con Harry, asique iba a dejar que durmiera un poco antes de cenar.
Caminé hacia el living y me puse a ver un poco de televisión hasta que tocaron el timbre y fui a abrir la puerta. Era un chico alto rubio y con ojos color miel... Tenia una remera manga corta blanca y un pantalón de jean negro. Era bastante lindo y debía tener unos 27 años.
-Disculpa, soy el vecino, mi nombre es Luke... en realidad te venia a pedir un poco de azúcar, me quede sin y el super esta cerrado.
-Por supuesto pasa.- El paso al departamento pidiendo permiso.
Harry.
Llegue a la casa de mis padres, donde sentada en el sillón de la sala de estar me esperaba Elizabeth con la cara seria y sobre sus piernas tenia el celular.
-Hola -le dije con una sonrisa.
-¿Donde estabas?- me dijo ella seriamente
-Paseando por ahí.
-Por ahí... ¿El por ahí incluye ir al departamento de tu ex novia? ¿Con tu hijo?
-Me seguiste.
-Por supuesto que lo hice, y te digo una cosa Styles, no pienso quedar como la cornuda mas grande de la ciudad, asique pensa muy bien lo que haces... -dicho y hecho ella se fue, subió las escaleras con los tacones, haciendo ruido, y en unos segundos sonó el portazo de alguna de las tantas habitaciones.
Me senté en el sillón a pensar, a pensar en todo y en todos... ____, Jared, Elizabeth, todos. El amor... el amor solo es una palabra hasta que alguien viene y le da significado, el problema es cuando ese alguien desaparece y no conseguís a nadie mas para que le vuelva a dar significado a esa palabra.
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¿Solo la verdad? - Harry Styles y tu
RandomUna historia que te atrapara, llena de romance y dramas para disfrutar. Ella llevaba un gran secreto encima que finalmente saldrá a luz. Las cosas para él cambiaran rotundamente y tendrá que esforzarse para poder tener lo que él quiere.