Ahora... Eres mia

Capitulo 1

Me estaba muriendo de nervios, no sabia que ponerme, hoy seria el primer día de clases de mi ultimo año en la secundaria y no encontraba nada que me llamara tanto la atención hasta que me decidí por un short negro con una blusa blanca lisa, mas mis hermosos converse negros. Si debía causar buena impresión, la causaría siendo yo misma. Me pasé la plancha por el cabello dejándolo liso y debajo de mi trasero, se veía hermoso y mas si contamos que era pelirroja y parecía fuego, me sentía hermosa cuando me planchaba el cabello, de otro modo sería un lío aguantar con mi esponjado cabello todo el día.

Al terminar de plancharme el cabello baje a la cocina donde no se encontraba mi mamá sino que estaba mi hermana mayor Ana  que era quien me llevaba a mi escuela, ella era bonita nos parecíamos demasiado casi pasaríamos por gemelas de no ser por qué me ganaba por tres años, es una gran hermana, siempre me apoya en todo y me protege como mis padres.

Se encontraba ya desayunando su plato de frutas de todas las mañana, parece que tiene prisa por salir a su instituto.

-America, ahora tendrás que ir caminando a la secundaria por que ya me tengo que ir- dijo mientras recogía su plato ya vacío y lo dejaba en el fregadero, tomó su bolsa y se la colgó al hombro- está a solo dos calles pero aun así cuídate ya sabes cómo está la ciudad de peligrosa.

Y tenía razón mi hermana, vivir en Sinaloa no era un lugar donde a muchos les gustase vivir, cada día aparecían personas muertas o desaparecías y a quienes peor les iba eran a muchachitas de entre 14 y 18 años. Nadie sabe qué hacen exactamente con las chicas pero los rumores dicen que las venden o rentan su cuerpo y hay otras que no corren con la misma suerte y las matan, por lo mismo yo no salgo mucho y cuando lo llego a hacer es con mi familia o un grupo grande de amigos.

-está bien, hermana, y suerte en el instituto-

-gracias América, nos vemos en la tarde, yo pasaré por ti- me depósito un beso en la frente y se dirigió hacia la salida de la casa.

Me dirigí hacia la alacena y tome mis cereales favoritos unos froot loops, tome un bowl en la puerta continúa de la alacena y una cuchara, después me dirigí al refrigerador y cogí un litro de leche.

Después de prepárame y comerme mi delicioso cereal subí a mi cuarto de baño que se encontraba en mi cuarto y me lave los dientes.

Fui al cuarto de mi mamá que se encontraba a un lado del mío y abrí sin tocar.

-Mamá ya me voy nos vemos en la tarde- mi mamá se encontraba dormida, siempre terminaba cansada de su trabajo y quien no lo estaría si se quedaba hasta muy tarde terminando trabajos en la oficina, por eso en cuanto mi hermana pudo manejar se hizo cargo de llevarme y recogerme en la escuela y mi padre siempre se encuentra en viajes de trabajo así que la mayoría del tiempo estoy con mi hermana.

-okey hija, y suerte con tu primer día- dijo con voz adormilada.

Cerré la puerta despacio y baje las escaleras, al llegar a la puerta tome mi bolsa de mano y la chaqueta negra, me la coloque, para después abrir la puerta y salir rumbo a mi escuela.

...

Iba apenas a mitad del camino hacia mi escuela, pero me detuve sentía que alguien me estaba viendo, busque por toda la calle a alguien que me estuviera observando pero no había nadie, solo carros estacionados fuera de las casas y los locales, estaba sola y solo faltaba una cuadra para llegar a mi escuela.

Seguí mi camino y cuando estaba cruzando la calle hacia la entrada de mi gigantesca escuela un coche blanco de ultimo modelo se detuvo rápidamente frente a mi, provocando que parara de caminar abruptamente y mi bolsa callera en el frío concreto, cuando iba a agacharme para tomarla la puerta del copiloto del carro es abierta y de esta se baja un señor de unos 26 años, no me da tiempo de hacer nada para cuando me toma del cabello y me empuja hacia el carro.

Grito para que los estudiantes me ayuden, pero solo escucho sus gritos de miedo ante esta horrible situación, es en ese momento en el que al fin me percato del peligro de lo que me está pasando... Ellos me secuestrarán.

Me retuerzo entre sus manos para que me suelte, pero es más fuerte que yo y quien no lo sería solo soy una chica de 14 años que no tiene oportunidad contra un señor de 26, el señor abre la puerta y me mete dentro del carro para después meterse el conmigo y darle la orden al que estaba frente al volante que arrancará.

-¿Por qué me hacen esto?, ¡déjenme ir!-comencé a gritar, pero ellos no me hacían caso, me deslicé al lado izquierdo del carro para intentar abrir, pero tenía seguro, no podía salir.
Empecé a golpear la ventana y a gritar para que se detuvieran más solo recibí un jalón de cabellos.

-amárrala de una vez por todas y ciérrale la boca que me está artando- la voz del conductor sonaba muy fría y como no lo sería si trabajan para los narcos, es cómo deben de ser ellos, sin sentimiento ni compasión.

-¡no!-grite aunque más bien sonó como un jadeo y me aleje del tipo que estaba sentado junto a mi, lo miraba atemorizada, y no cambiaba nada su aspecto, tenía una mirada de loco por la sangre, y la barba y el bigote no cambiaban nada, su físico era normal ni muy flaco ni muy gordo era igual a como son todos los hombres de Sinaloa.

-si no te callas lo haré y mira que no será muy bonito así que cierra el pico o te lo cerrare yo- gruñó, en serio este tipo daba miedo, creo que por eso le pusieron el trabajo de secuestrador.

El resto del trayecto me mantuve en silencio, de nada servía ni gritar ni pegarles, miré por la ventana y vi que estábamos saliendo de la ciudad.

-¿adónde me van a llevar?- dije despacio, no quería que me hicieran nada.

-A un lugar alejado, donde no te volverán a ver nadie que te conoce- me respondió el que iba manejando.

-Y ¿qué van a hacer conmigo?-

-No lo sabemos, el señor solo nos pidió que buscáramos a la chica más bonita y con cara de niña, cuando lleguemos a nuestro destino él te lo dirá-. Ahora respondió el que tenía al lado.

-Y ¿Por qué yo?, hay muchas más con lo que les pidieron-

-Fuiste la única a la que vimos que no estaba maquillada o con zapatillas o como puta- bueno eso podría ser un cumplido de no ser que por eso me secuestraron.

-Okey, ¿desde hace cuanto hacen esto?-pregunté moviendo las manos en forma de círculo.

-¿secuestrar?-me preguntó

-¿qué estás haciendo en este momento?- dije con tono de obviedad

-pues prácticamente desde que pudimos cargar un arma- dijo volteando a ver por la ventana del carro que pasaba por una zona con demasiados campos que cultivan maíz,- y ya deja deja de hacer preguntas molestas.

Me quede callada, no quería que se enojaran y me fuera mal. Esperare hasta que pueda encontrar una manera de avisar donde estoy a mi familia o escapar por mi cuenta.

Pero tenía que buscar el momento adecuado.