«Están quienes olvidan sin decir adiós, y quienes dicen adiós sin olvidar.»
Ellos son la segunda opción.
Ella logró seguir.
Él no.
Ella cree en el presente.
Él no, y mucho menos, en el futuro.
Ella ya no mira hacia atrás
Él no puede dejar de hacerlo...
Te amo entre la sombra y el alma. Amo tu recuerdo y tus historias -nuestras- historias. Tu amor está dentro de mí, en suspensión, sin huir padezco de él.
Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni dónde.
Te amo sin problemas, le temo al olvido, pero te amo. Te amo con dolor, pero te amo. Así te amo porque no sé amar de otra manera a algo que desapareció, se esfumó, algo que no puedo ver, pero sí sentir... Amo tu recuerdo. Amo, amo lo que no tengo.
T -
Terminé de escribir en mi cuaderno y arranqué la hoja. Plegué el papel cuidadosamente hasta que tomó la forma de una pequeña grulla. Ella amaba las grullas, con tan sólo un papel encontraba una pequeña pero importante felicidad.
Suspiré expulsando todo mi aire de un sólo saque, tomé mis audífonos y puse en reproducción No Me Dejes, de la Mancha de Rolando.
—No me dejes sólo y roto caminando por ahí. En un mundo donde nada ni nadie me hace feliz—susurré lento y pausado.
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¿Nunca te ha pasado que quieres desaparecer del mundo? ¿Que dices "Ya no puedo más" con una lagrima recorriendo tu mejilla? ¿Que sientes que jamás otra cosa te pueda devolver la sonrisa? ¿Que cada lágrima que rueda en tu mejilla le da paso a la siguiente impulsándola más fuerte? ¿Que no encuentras posible dejar de llorar, y lo intentas, pero no lo logras? ¿Que por más que intentes distraer tu mente en otra cosa, unicamente está rondando eso que te sigue atormentando? ¿Te ha pasado?
Pues, a mi, si. Me ha pasado. Me está pasando. Y no pasa, se queda, sin miras de ceder.
