Me pintás mientras yo toco la guitarra.
Paso la uña por las cuerdas.
Coloco los dedos y consigo un do-menor.
Me decís que soy tu musa.
Te digo gracias y sigo tocando.
Me interrumpo, ya que me miras con una media sonrisa.
-No, preciosa, no me agradezcas, te agradezco yo a vos por inspirarme,
por ayudarme a jugar con los colores, por tus ojos, que nunca puedo retratarlos a la perfección,
por ser preciosa...
ESTÁS LEYENDO
Restos de tinta.
PoetryPequeños escritos que no tienen nada que ver unos con otros... Todos los derechos reservados. Solo lo hago por diversión.