Dia 1

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-Si mamá! No voy a dejar que un perro me muerda! Te amo! - Ahora me dirijo hacia el avión que me llevara a Corea, de intercambio. Mis padres son coreanos, por lo tanto mi nombre es coreano, pero ten por seguro que no soy la típica coreana.

Mi cabello es largo hasta mi cintura, color castaño y mis ojos son tornasol, tez india y soy ojona en comparación a los asiáticos. Para nada una coreana.

El idioma no se me hará difícil, ya que el hecho de que mis padres sean coreanos me da la ventaja de aprender el idioma y poder comunicarme con cualquier hablante de este.

Sólo tengo 17, nadie sabe lo que me depara en aquel internado. ¿Chicos lindos? Tal vez ¿Zorras insoportables? Sin dudarlo ¿Profesores inquietantes? Mas segura no puedo estar.

Si, en todos los internados siempre es así. Ojalá y mi compañera de cuarto sea amable y para nada arrogante.

(..)

-Hola, soy la directora Lee Cho-hee- La señora que aparentaba unos 60 años se inclina sin dificultad alguna, dándome a explicar su nombre. En respuesta me presento con la típica reverencia que aunque mis padres y yo la practiquemos, se me sigue haciendo extraña y para nada necesaria.

La señorita Cho-hee hace una seña dándome a explicar que la siga en esta inmensidad. Cuando entre aquí, tuve una duda en si era un castillo o 30 mansiones juntas.

Camino a su lado y ella me muestra cada aula, mientras yo trataba de ignorar los hoyos que me hacían los pocos chicos que habían en los pasillos, hasta que el momento esperado llegó: Mi cuarto.

Ella me da una copia de las llaves que por cierto son bastante tiernas, pero el color rosa las daña, para poder abrir una habitación que puedo decir es mejor que una de hotel.

Como estamos en el 5 piso, hay un balcón con puertas de cristal y unas cortinas azules que las adornan, dando una vista espectacular de un campo verde; dos camas, las dos con colchas blancas las cuales están adornadas por unos cojines verde limoncillo ; hay un pequeño sofá color rosa ubicado a la esquina del cuarto, justo al lado de una plasma ubicada sobre una mesilla blanca ; hay un pasillo que da hacia el baño que por cierto a simple vista es muy lindo.

En pocas palabras, espectacular.

Me quedo como estúpida mirando tal belleza hasta que un carraspeo proveniente de la señorita Cho-hee me saca de mis pensamientos.

-Ponte cómoda, esta ahora es tu casa. En un rato la señorita Jung Minyeol estará acompañándote- me informa esbozando una sonrisa sincera, la cual le de vuelvo con mucho gusto- este es tu horario de clases, las cuales empiezas mañana. Cualquier necesidad estamos a tu disposición, si quieres puedes cambiarte de ropa- me da otra sonrisa entregándome un papel con las materias y horarios, hecho esto volvemos a hacer una reverencia para que ella se retire y yo suelte mis maletas en el suelo.

Escojo la cama que queda más cerca del pasillo del baño y me tiro boca abajo sobre esta. Me duele el cuerpo, me duele la espalda, TODO.

Creo que es bastante obvio porque elegí la cama al lado del pasillo al baño ¿no? Pues traten de analizar bien que si me dan ganas de cagar, simplemente daré algunos pasos y la mierda no caerá en el piso. De la misma forma si me dan ganas de hacer pis.

Ok, no tenía porque dar explicaciones.

Al poco rato de yo estar desempacando y organizando lo que es mi espacio, que en algún momento fue de alguien más, una chica con tez pálida, corte tipo taza y ojos verdes entra al cuarto sorprendiendome por segundos.

Supongo que es Jung Minyeol, así que me levantó de la cama donde estaba sentada y doy una reverencia para presentarme.

-Hola, soy Kim Camille- digo finalmente y me extraña que no haya venido con la directora. Ella esboza una sonrisa y hace el mismo acto que yo.

El Internado (BTS, Jimin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora