Capítulo 4

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El Príncipe se escondió en la ciudad,
gracias a su atuendo y otras cosas que llevaba encima pudo intercambiar por comida y un lugar donde dormir. La Princesa había accedido y se comportó como si estuviera muy enferma. Pronto todo el palacio se alarmó y el Rey Abnier se entero que estaba muy enferma.

Rey Abnier: Traigan a los mejores médicos del Reino -exigió con la arrogancia que lo caracteriza-

Cada médico que venia, trataba de curar a la princesa, pero ninguno lo logro. El Rey mando a llamar médicos de otros Reinos. Un día, un extraño médico vino al palacio.

Medico: Yo puedo curar a la princesa pero debo atenderla a solas. -le dijo a los guardias que cuidaban la entrada a la habitación de la princesa-

Cuando el médico estubo a solas con la joven le habló.

Newt: Princesa Jazmin despierte, llego el momento de irnos.

Jazmin: Príncipe Newt eres tu?? -pregunto abriendo los ojos a poco-

Newt: Si Jazmin, pero debemos seguir con la farsa. Ahora veremos al Rey.

Juntos caminaron a una de las grandes salas donde se encontraba el trono del Rey Abnier.

Médico: Alteza como verá ella esta casi curada. Ahora para completar el tratamiento debe regalarle algo muy especial.

El Rey Abnier se levantó de su trono con mucho entusiasmo, como si supiera cual era el regalo perfecto.

Rey Abnier: Que suerte, tengo un regalo muy especial para la princesa. -sonrió-

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