➼El comienzo de todo.

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—¿Lista Cariño? —Preguntó mi padre mientras estacionaba el auto en el instituto Rosewood, conocido como el internado más costoso del país.

—Lista Papá —mencioné emocionada.

—Es la primera vez que te veo tan feliz por regresar a la escuela, los años anteriores me rogabas para que no te trajera —Dijo papá sonriendo.

—Lo sé pero, ahora todo es diferente —Dije con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Por qué? —Me miró confundido.

—Soy una persona totalmente nueva —Me mire en el espejo del auto y sonreí.

—Para mi siempre seras mi bebé —se acercó a mi y beso mi mejilla.

—Te quiero papá —Le sonreí y lo abracé fuertemente.

—Y yo a ti princesa —Acarició mi cabello— Ahora andando —Ambos bajamos del auto, papá bajo mis maletas y me acompaño a la entrada de la escuela.

—Prométeme que te cuidarás —Dijo con lagrimas en los ojos.

—Lo prometo, además no estaré sola, aquí están Hanna y Harry, ellos me cuidarán —sonreí.

—Promete que me llamaras, y que te mantendrás alejada de los muchachos —dijo sobre protector.

—Te llamaré, pero no prometo nada —Dije risueña.

—Adiós mi pequeña —me volvió a abrazar.

—Adiós papá —lo abracé y después se fue.

Me sentí algo triste por dejarlo solo, pero no era la primera vez, ya que llevaba ya dos años en esta escuela y este era mi ultimo año. Solo espero que mi padre encuentre a alguien con quien estar, desde la muerte de mi madre ha estado completamente solo. 

Comencé a caminar con mis maletas en las manos, me tropezaba un poco ya que pesaban y traía unos tacones altos. Al fin llegué a la recepción y habían muchas personas ahí intentando registrarse. Me empujaban y pisaban, definitivamente no fue buena idea ponerme tacones, pero estaba decidida sería una nueva Lucy y la nueva yo usaba tacones y vestidos hermosos. Después de unos cuantos empujones pude llegar a la mesa de registro, donde habían señoras tecleando en sus computadoras, para asignarnos las habitaciones.

—¿Nombre? —me dijo una señora, mirándome.

—Lucy Crahan —respondí sonriendo.

—Espera —comenzó a teclear en la computadora— Tu habitación es la 315 —dijo sin mirarme.

—Gracias —sonreí.

—Ya puedes irte —me dijo ya que noto que yo seguí ahí.

—¿No hay alguna manera de saber con que chica compartiré habitación? —pregunté, ya que la intriga me comía viva.

—Lo siento linda, pero no, no puedo darte esa información, ahora por favor retírate —Me dio la llave de mi habitación y me hizo señas con la mano, para que me fuera.

Sin mas que agregar me fui de ahí y comencé a caminar buscando mi habitación, en eso vi al chico del cual siempre estuve enamorada, el chico que se robó mi corazón... Jack Scott. Estaba conversando con sus amigos, estaba mas guapo de lo que recordaba. La antigua Lucy hubiera tirado baba por él, he incluso hubiera ido corriendo a preguntarle como le había ido en el verano. Pero la nueva Lucy no, la nueva Lucy ya no estaba enamorada de él.
Comencé a caminar moviendo dramáticamente las caderas, haciendo que mis tacones sonaran mas fuerte para llamar su atención y al parecer funcionó, porque volteó a verme y se quedó completamente impresionado, simplemente no lo podía creer, me miró boquiabierto al igual que todos sus amigos.

Los Secretos de mi princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora