Dear Friend.

Epílogo.

Bajé por las escaleras cómo un animal ya que mi madre me llamaba a gritos, no sé cuál es el afán de gritar cómo loca.

Camino hacia ella y me espera con una sonrisa gigante, eso da miedo.

-Cariño, hoy te vas.

Extrañada la observo, se supone que nos iríamos las dos, no sólo yo.

-¿Qué dices? -le pregunté. Mi madre suspira y me hace una seña para que me siente en el sofá.

No habla, no dice ninguna palabra y ya estoy paranoica.

-Es momento de decir la verdad -baja su cabeza lentamente y veo que unas lágrimas se escapan de sus ojos.

Estoy nerviosa porque he querido saber esta mierda hace mucho tiempo aunque no tengo ni idea de lo que es. Siento que esto cambiará todo y no quiero que eso pase.

-Iré directo al grano porque no queda mucho tiempo. Tienes esquizofrenia desde hace unos años, cuándo te lo diagnosticaron el mundo de tu padre y mío se fueron abajo. Eras sólo una niña -mi corazón se detuvo y no respiraba, mi madre sollozaba y creía que le iba a dar un ataque.

"Y el año pasado, tu padre aburrido de tus ataques trató de atropellarte. Aunque lo hizo pero no cumplió su objetivo, que era que dejaras de vivir. Sólo perdiste la memoria, por eso es que no recuerdas tu cumpleaños 16 o los anteriores. Tu padre está en México, en la cárcel. Y aquí viene lo otro, estás inventando un mundo en tu cabeza, te comportas violenta y ni cuenta te das. Tu amiga Sofía no existe, nunca tuviste amigas en México y ni fuiste al colegio, es parte de tu imaginación. Lo siento hija"

Unos hombres vestidos de blanco entraron a la casa y me llevaron con ellos, no sabía que hacer. No pensaba con claridad, todo era tan confuso.

Traté de safarme de su agarre pero era imposible.

Yo no soy loca, yo no estoy enferma.

-¡SOFÍA!

Ella si existe.

-¡Sofía, eres mi mejor amiga!

No es mi imaginación.

-¡Te quiero!

Mi querida amiga era real, siempre ha sido real.

Fin.