Capítulo 1: Tus recuerdos.

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Narra Sehun:

Los rayos de Sol iluminaron mi cara cómo si alguien me alumbrase con una linterna. Abrí los ojos lentamente. Noté un peso a mi lado; Aún con la vista borrosa pude distinguirlo, era Kai. Pase mi mano por su cabello y lo acaricié, me gustaba el tacto, entre áspero y suave. Se removió un poco y abrió los ojos lentamente. Me miró mientras se abrazaba a mí cómo si fuese un koala.

-Buenos días. –Susurró y se inclinó para darme un beso.-

-Buenos días, princeso. –Dije con una pequeña sonrisa y él hizo un puchero. Le devolví el beso y me incliné para levantarme. Él me miró curioso.-

-¿A dónde vas? – Preguntó mientras me observaba.-

-A preparar el desayuno. –Sonreí al ver su cara de sorpresa. Yo no solía hacer ese tipo de cosas.- ¿No me ves capaz? – Pregunté ofendiéndome en broma.-

-Claro que sí, cariño. – Dijo en un tono de voz arrepentido claramente fingido.- Entonces yo seguiré en la cama un ratito más.. ¿sí?

-Me parece perfecto. – Le di un último beso y salí a la cocina.-

Abrí la nevera y me pasé una mano por el pelo. Saqué todo lo que había. Preparé de todo; Tostadas, pastas, galletas.. pero faltaba algo. Claro, faltaba chocolate. Fruncí el ceño y me dirigí a nuestra habitación. Kai se había vuelto a dormir cómo una roca. Suspiré y le escribí una nota por si se despertaba y veía que no estaba. Conociéndole, seguramente montaría un drama. Me puse mi abrigo y me peiné. En Seúl hacía bastante frío. También añadí a mi vestimenta mi gorra, mis gafas de sol y una banda para la boca, para que las fans no me reconociesen. A pesar de vivir en una zona apartada de Seúl, Kai y yo siempre éramos reconocidos.

Salí de casa y me dirigí al supermercado que tan sólo quedaba a 5 minutos a pie. Entré y saludé al dependiente. Era un señor de un aspecto viejo, aunque no debía pasar de los 50 años. Me metí en el pasillo de los dulces y enseguida vi el chocolate que quería. Estaba en una botella y sólo había que calentarlo en el microondas. Cogí un par de botellas y me dirigí a la caja a pagar.

El señor que estaba mirando una pequeña televisión fijamente apartó la mirada y se centró en mí. Cuando acabé de pagar me preguntó con una voz grave.

-¿Luhan no era un miembro de tu grupo... EXO? – Me tensé al instante.-

-Sí... se fue hace un año, ¿Por qué lo pregunta? – Pregunté curioso. No me gustaba recordar a Luhan. Desde que comencé a salir con Kai, quién me ayudó a olvidarle, no pensé más en él y en el por qué nos abandonó... me abandonó.-

Encogió los hombros y subió el volumen de su televisión mientras la giraba "Homre de pocas palabras" pensé.

En la pantalla aparecía un joven, me sonaba demasiado. Cuando empezó a cantar me quedé de piedra. Ese... ¿Era Luhan? No se parecía en nada al Luhan que se fue de EXO, a mi mejor amigo. Abrí los ojos como platos. No me lo podía creer. Ese no podía ser él. Miré al dependiente y tragué saliva. Salí de la tienda sin decir nada.

Escogí el camino más largo para ir a casa. Comencé a recordar todos los momentos pasados junto a Luhan. Mierda, no me podía pasar esto... Se me formó un nudo en la garganta. No podía decirle esto a Kai, no después de todo su esfuerzo. Llegué a casa y Kai estaba despierto, estaba en el sofá mirando su móvil. Al entrar corrió a abrazarme. Yo no podía cambiar el rostro. Me miró preocupado.

-¿Pasa algo, Sehun? – Me preguntó analizándome con la mirada. Tragué saliva y aparté la vista, nervioso.

-Me han llamado de SMTOWN. - No podía ser, ¿En serio le iba a mentir?

-Oh... - Su rostro reflejó un poco de decepción.- ¿Qué quieren? Estamos de vacaciones...

-Necesitan que vaya a China, concretamente a Beijing. - ¿Qué estaba haciendo? – Sólo será una semana... - Vale, ahora me voy a China. Bien Sehun, bien.-

-Vaya... - Obviamente no le alegraba la noticia. Me sentía mal por mentirle. Aunque ni yo mismo entendiese mi mentira. - ¿Cuándo te tienes que ir?

-En dos horas. – Respondí sin mirarle a los ojos. – Será mejor que vaya yendo ya al aeropuerto.. – Susurré y me separé de él para ir a la habitación y hacer una maleta rápidamente. Cuando salí él estaba apoyado en el marco de la puerta, su rostro al cual le costaba mostrar emociones, esta vez estaba triste.

-Sehun... - Susurró con un hilo de voz y yo fui a abrazarle.- No tardes...

-Está claro que no tardaré, sólo será una semana, Kai. – Me miró con los ojos cristalinos y sentí un sentimiento de culpa enorme. – Bueno... me voy.

-Te quiero, no lo olvides. – Le miré sorprendido, no estaba acostumbrado a que él me dijese eso. Le di un largo beso y al separarnos abrí la puerta para irme.- Hasta dentro de una semana.

-Hasta dentro de una semana. – Dije y salí de casa.-

Al salir miré mi móvil y suspiré. Debía comprarme unos billetes para China. Entré en el buscador y rápidamente los compré. Pensándolo bien, estar fuera una semana me ayudaría a pensar y sobre todo a olvidarme del todo al que en una época fue mi mejor amigo.

Pedí un taxi para ir al aeropuerto y llegué en una hora. Cuando entré nadie se dio cuenta de mi presencia y estuve bastante agradecido por ello. Me pasé todo el viaje escuchando varias canciones de hip hop y mirando por la ventana.

En cuanto llegué a China sí que me reconocieron y tuve que evitar a varias fans ya que se estaba haciendo un gran círculo alrededor mío. En cuanto salí del aeropuerto volví a pedir un taxi hacia Beijing.

El taxista me dejó frente a un hotel bastante lujoso y yo le pagué y le di propina. Me inscribí en el hotel y entré a mi habitación. Tenía unas vistas a toda la ciudad y era bastante grande. En el baño había una especie de bañera-jacuzzi. Suspiré y me tumbé en la cama, al momento caí dormido.

***

Ya había pasado una semana desde que llegué a China, mi avión salía por la tarde. Había hablado varias veces con Kai, pero sin mantener conversaciones de más de diez minutos ya que yo le decía que tenía trabajo.

Recorrí la ciudad, visité los lugares turísticos pero aún así no podía sacarme a mi ex mejor amigo de la cabeza. "Maldito seas Luhan, tus recuerdos me están atormentando como una roca que jamás puede ser destruida." pensé.

Suspiré y decidí que hoy iría al centro comercial y de paso le compraría algo a Kai. Me puse unos tejanos y un jersey a rallas. Me peiné y me eché colonia.

Salí del hotel y fui al centro andando, ya que no quedaba demasiado lejos.

Después de estar una hora recorriendo tiendas y comprando ropa, regalos y unos auriculares nuevos, me senté en un banco. Revisé mi móvil y vi que Kai me había llamado. Me decidía devolverle la llamada cuando de repente alguien me abrazó por la espalda. Su tacto me resultaba familiar.

-¡Hunnie!



I miss you. [HunHan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora