LEXI
Siempre fui fiestera, alegre y positiva. Pero hoy ... Sinceramente no tengo muchas ganas de nada...
- Oh ¡Vamos Lexi!, es fin de semana, a demás, deberíamos festejar, ¡Pasaremos a la Universidad! - ¡Ahgg! ¿Porque Darla siempre terminaba convenciéndome? Es como si tuviese un click que siempre hace que cambie de idea.
- Esta bien, esta bien . Pero no la noche entera - A Darla se le iluminó la cara de una sonrisa, mientras daba saltitos de alegría.
- ¡Si si! Prometo que no te arrepentirás - Decía mientras ponía su mano en el pecho, mostrando solemnidad.
Sonó la campana, esta vez admire su sonido, ya que será la ultima vez que lo escuche, esta campana, marcó el fin de clases.
- Nos vemos a las ocho Lexi, pasaré por tu casa a decidir que ponernos para esta noche - Típico de Darla, Primero la ropa, y si no te pones nada... pues con Darla no vas. Claro no vas a ir desnuda ¿no? pero me refiero a ropa elegida por ella.
- Genial, ¡Nos vemos! - Grité mientras desaparecía entre la multitud de adolescentes, que parecían vacas saliendo del corral. Mejor dicho, prisioneros saliendo de sus celdas. Ya nos imaginaba de anaranjado corriendo por todas partes.
¿Quieren saber por qué mi motivo de estar sin ganas hoy? Pues aquí va.
Esta mañana me he enterado de que el cáncer de mi hermana, esta cada vez mas avanzado. Y el simple hecho de quedarme a esperar noticias, me tiene loca. Tina, mi hermana, tiene solo 11 años, no se merecía una vida así. Pero desde sus 7 cuando le diagnosticaron cáncer de pulmón, ha sido cada vez peor para mí, para mi familia, y sobre todo, para ella, diciéndose todo el día de que quiere ser una chica normal.
- ¡¡Lexi!! ¡¡Lexi!! - Escuché mi nombre, sacándome de mis penosos pensamientos .
Era Mark. ¡Ay! ¡¿por qué debía ser siempre tan molesto?! Me seguía desde la primaria. Y que sea mi vecino no ayuda.
- Hey, Mark - Dije con el menos entusiasmo que he utilizado en toda mi vida, jurando porque se de cuenta y se largue. Pero no tuve suerte.
- Emm, Lexi, estuve pensando si... tal vez... - Notaba como se ruborizaba. Ay no... por favor... Que no...
- Si querías ir a la fiesta con migo. - Soltó todo muy rápido, tanto, que me costo entenderlo. Pero cuando lo capté, mi cara pasó de incomprensión a horror.
Y pareció darse cuenta, así que no tuve remedio y termine aceptando, porque aunque sea un pesado sin remedio, era un buen amigo.
- Claro, será divertido. Debo irme, mis padres me esperan en casa. - Noté como estaba a punto de estallar de felicidad. Al menos esta feliz. Debió estar muy avergonzado aunque le haya dicho que sí porque sino hubiera tomado el mismo camino que yo. No lo sé, Mark o Marcus, yo le decia Marcus de pequeña... En fin, como decía, el no era un chico feo, era bastante guapo. Tenía unos ojos negros penetrantes y un cuerpo bastante trabajado y tiene bastantes chicas interesada en él en el instituto, pero él ni se da cuenta, eso parece.
Llegué alterada a mi casa, ya que vine corriendo. Era mi primer día de verano y no pensaba desperdiciarlo.
- ¡Mamá! ¡Llegué! - Grité hacia la escalera, donde seguramente estada mi madre en su cuarto.
Y sin esperar respuesta grité:
- ¡Estaré en mi habitación! - Y con esto marché escaleras arriba.
Mi habitación era un perfecto reflejo de mí. Cualquiera que entrara y me conociera, sabría que esta es mi habitación con solo entrar.
Estaba pintada de un azul marino oscuro, que al dormir me da tranquilidad. También tenía unos cuantos cuadros de playas y puertos que yo misma dibuje. No lo sé, debes en cuando me dan ataques de inspiración y lo primero que dibujo son cosas así. Mi madre dice que en mi otra vida fui sirena, me reí de mi mismo pensamiento, tal vez tenga razón .
Del lado derecho, al lado de mi cama, está la ventana que da a mi enorme piscina, en el patio. De hecho, lo que más me gusta de mi casa, a demás de que tengo un baño exclusivo, es mi piscina.
Lo primero que hice fue tomar una ducha. Algo tenia el agua, que siempre me relajaba, ya sea que me bañe con agua helada o con agua hirviendo. Me vestí cómoda, para poder disfrutar de mis ultimas horas, antes de que Darla me metiera toda clase de jeans, vestidos, tacones, etcétera. Luego bajé al living y me prepare un café .
Con el café calentito entre mis manos, volví a subir a mi habitación. Al pasar por mi espejo de pared, algo me llamó la atención. Siempre fui de cabello rubio ceniza, lacio llovido y ojos hermosamente azules. Pero hoy, no se porque, mis ojos estaban de un un azul clarísimo y brillante. Tras unos minutos de observarme al espejo, cedí pensando que a lo mejor era el clima, ya que hacía muchísimo calor.
Al instante de que prendí mi laptop, decenas y decenas de mensajes sonaban en Skype, era Darla avisándome que pasara por casa a las 8 y media, que se le hizo un poco tarde. Pero ... ¡ya eran las 8 y 15! y ni siquiera tenía maquillaje ni nada, de la vestimenta se encargará Darla, ve a saber lo que saldré hecha de esta casa.
Fui al tocador y comencé con el rimel. Luego me puse una sombra azul marino en la base del párpado, y haciendo matiz, un azul más claro en la parte alta de él. Me puse rubor en las mejillas, y pinté mis labios de un rosa pálido y encima le puse un brillo labial. Creo que estoy lista.
(N/A: Brittany Snow como Lexi)
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Pressure (Libro 1 de la saga "Especiales")
Science FictionEstos chicos que verás aquí, son totalmente normales. Viven una vida de adolescente normal, se divierten, beben, salen... Uh, no lo creo. ¿A quién engaño? Estos chicos creían conocer el verdadero peligro, creían saber acerca del mundo exterior, cre...