Capítulo 2: Bethany

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BETHANY

- ¿Realmente piensas no ir? - Preguntó Marcia ansiosa por mi respuesta.

Quería que vaya a una fiesta de fin de curso, pero ese nunca fue mi estilo y ella, lo sabe.

- No me gustan las fiestas, y menos con chicos recién egresados, que se creen mayores, con alcohol y drogas por todos lados. - No pensaba ir, y Marcia no iba a cambiar mi postura.

Noté como ponía cara de perrito mojado, pero NO NO y NO. A demás, dudo que mis padres me dejen ir. Haciéndole honor a mis pensamientos chillé:

- ¡NO, NO y NO! - chillé tanto que los chicos que pasaban al rededor nuestro nos miraron.

Marcia levantó los brazos en señal de vencimiento y bufó:

- Esta bien, pero te arrepentirás... - eso sonó más como amenaza. - cuando lo hagas, llámame - continuó, tranquilizándome un poco, ya pensaba que iba a secuestrarme para que vaya a la fiesta.

Le hice un gesto con los dedos y me largué.

Un ruido ensordecedor sonó. 

La campana. La última campana que iba a escuchar de la secundaria Rosewither. Si, al fin. Fin de clases.

Pero mi paz y tranquilidad no duró mucho, pronto, una horda de salvajes adolescentes corrían hacia mi dirección, pero no por mí, sino por la salida hacia la libertad.

Tras ser empujada y pisoteada, una vez que pasaron todos los chicos, una mano me ofreció ayuda para levantarme del suelo.

Cuando miré hacia arriba... No, no lo podía creer. Jeffrey Collins, el chico más guapo y popular del instituto -sin contar a Aron, ese chico además de ser popular es un dios, tiene un cuerpo de modelo- esta aquí, parado frente a mí, ofreciéndome ayuda. Sin pensarlo dos veces, acepté su hermosa, suave, pálida ....¡ Basta Bethany!

- Gracias - musité. Creía que esto era lo más alucinante que me podía pasar, pero me equivocaba.

- Me preguntaba si tal vez querías ir a la fiesta de Woodley con migo - ¡Oh mi dios! ¡Oh mi dios! ¡Oh mi dios! Ni siquiera lo pensé, ni siquiera mi subconsciente opinó, como un resorte respondí de inmediato:

- E-e, me encantaría - dije tartamudeando y con un tono bastante patético. Dios, tendré que llamar a Marcia y contarle porque mi cambio de opinión repentina. Sonrío con su perfecta sonrisa.

- Okey, te espero en la plaza a las 9, ¿Esta bien? - preguntó con extrema curiosidad, que raro.

- Perfecto, nos vemos - Dije con el tono más juguetón que me salió, si, no es mucho de esperar, pero lo captó, sonrió, y se fue.

Woodley era un chico al que al parecer a sus padres le daba igual lo que hacia con su casa-mansión de tres pisos, por lo que realizaba alocadas fiestas cada fin de semana.

Dios, esto era mucho por procesar. Así que fui corriendo hasta mi casa. Estaba sola, mamá había salido con papá de compras, así que le avise por teléfono lo de la fiesta. Accedió sin problema, en efecto, algo me llamó la atención... mamá nunca me dejaba salir así como así...

Subí a mi habitación, la cual si entrabas reconocías al instante que era mía.

Tenia una pintura verde manzana con un diseño de hojas en los extremos, cuando había la puerta o las ventanas, las cuales daban a mí hermoso jardín con plantas de todo tipo. También tenia unos pocos cuadros de arboles o arbustos en junglas o cosas así. Realmente cada vez me convenzo más de que soy Tarzán. Me reí sola.

Me preparé la merienda y esperé a que llegue mamá y papá.

Una hora después, llegó mamá cargada de bolsas hasta la cabeza.

- Yo te ayudo - le dije a mamá, y me respondió con una sonrisa. De esas que te reconfortan al instante. Me sentí segura bajo esa radiante sonrisa.

La amo tanto, no se que haría sin ella.

-Gracias cariño ... - me dijo mirando el reloj - ¡Pero mira! ¡ Se han hecho las 8 y 30 ! ¡Vamos, a vestirte!

- No me la dejes tan bonita, ¡me parece que esta noche pasaré ahuyentando chicos! - bromeó papá.

Mamá se rió desesperadamente, wow. Qué raro... Subimos a mi habitación y dijo;

- Tengo un regalo para ti, cielo - Me acercó una caja de cartón bastante bonita donde se leía "Armony"

-¡Ay dios mío! ¡Madre! ¡ En esa tienda las prendas valen muy caras! - Dije con tremendo pánico en la voz, ya que, no éramos pobres, pero tampoco podíamos darnos un lujo así.

- Lo sé, pero lo mereces - Ahora si, ésta mujer cada día me sorprende más.

-Gracias- dije sinceramente.

-¡Ábrelo, vamos! - dijo entusiasmada .

La abrí, era un hermoso vestido verde, hasta las rodillas, con la espalda totalmente al descubierto y un escote cuadrado. Me encanta. Es perfectamente de mi estilo: No muestra demasiado pero tampoco pareces una monja... Muestra lo debido. Perfecto para mí, porque aunque no las muestre yo soy una chica bastante curvada.

- ¡Es hermoso! ¡Gracias! - y la abracé, olfateé su aroma a flores y cítricos.

Me puse el vestido, y luego de una o dos hora estaba lista. Mi cabello era largo hasta las caderas , de un negro profundo y bastante ondulado, diría que tenía perfectos bucles armados. Y mis ojos son verdes selva, penetrantes, lo sé. Papá me llevó hasta la plaza y tuve que decirle que me dejara, ya que quería conocer a Jeffrey, pero no, era muy pronto... Tal vez, hasta pensaba que era una más de su lista.

Un escalofrío me recorrió al pensar en eso.

Le envié un texto a Marcia, contándole lo sucedido. No quería que me armara un escándalo.

Caminé hasta el centro de la plaza, y lo vi. Estaba Guapísimo, como siempre. Cuando me vió, era incapaz de disimular que me miraba de pies a cabeza.

-Hombre, disimula un poco- Pensé para mis adentros.

- Wow, te vez alucinante - dijo con la voz ronca.. de la lujuria, supongo, cosa que me molestó, pero era mi momento, me estaba diciendo en la cara que me veía alucinante, por lo que, no dije nada.

-Gracias, tú también. - se sonrojó. ¿Jeffrey Collins, sonrojado? ¿ y encima la que lo hizo sonrojar, es la mismísima Bethany Huston, la empollona de la clase?

Definitivamente, esto es nuevo. Creo que será una buena noche. Creo.

(N/A: Lily Collins como Bethany, ¿a que es perfecta?)


Pressure (Libro 1 de la saga "Especiales")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora