Epilogo

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Sandra, una muy excelente oficial de policía, con tan solo veinticinco años, tiene en claro todo lo que hace y cada norma que hay que tomar. Un día, donde todo es tranquilidad para su trabajo, cuando esta de turno, vigilando por las calles con el maravilloso móvil con todo, excelente para un policía. Junto con un compañero de trabajo vigilan, de pronto un auto a toda velocidad, descarrila, pero sigue yendo a toda velocidad, cuando logra tener control del vehículo se topa con la policía y el auto ya no arranco más.

La oficial Reber, bajo del móvil con autentico estilo, se acercó al automóvil que no arrancaba y anotando algo en su libreta de multas, dijo:

-Señor baje la ventanilla del coche-Al decir esto el individuo baja la ventanilla y ella se queda sin habla, pero para no perder su trabajo escondió lo que sentía.

-Oficial lo siento, se descontrolo el coche.

-¡Vaya, vaya, vaya! Creí que los cantantes siempre obedecían, veo que no, pero la multa va a ser igual. ¡Gutiérrez! ¡Venga para acá con el...! ¡Si ese!

Santos bajo la cabeza. Avergonzado del espectáculo que aquella oficial estaba obligándolo a hacer.

-Señor Santos, baje del auto por favor-Obligo aquella oficial con lentes que no dejaba ver el color de sus ojos-Sople aquí-Obligo asomando un aparatito con un tubito donde supuestamente tiene que soplar.

-Bien-Soplo y el resultado fue negativo-¿Contenta oficial?

-No se haga el gallito, que la multa la lleva igual-Respondió ella entregándole un papel. El asintió y ella alejándose susurro-Hubiera preferido tenerte cerca-Soltó una carcajada y el cantante que la había escuchado se acercó a ella.

-Oficial, ¿Podría mandar una grúa para remolcar mi coche?

Ella observo el coche y asintió. Llamo a la grúa. El cantautor, se quedó junto a los policías esperando la grúa, a pesar de que la Oficial Reber lo trato como cualquiera. Eso le gusto, pero, era imposible. Observo a la oficial, quien hablaba con su compañero e interrumpiendo murmuro:

-Perdón Oficial...-Observo el nombre en la placa-Oficial Reber, espero no molestar, pero, viendo que la grúa llega...

-¿Qué es lo que quiere?-Dijo sacándose los lentes y dejando ver sus maravillosos ojos color café.

-Agradecerle, aunque tenga muy poco humor-Gutiérrez largo una carcajada y la oficial Reber sonrió.

-No hace falta agradecer, no usted.

-Por favor trátame de ti. Pero ¿Por qué yo no?

-Prefiero ser agradecida de gente que no conozco. Personas que no tienen problemitas y no hace falta que salgan con guardaespaldas por ser multimillonarios, prefiero salvar vidas de quien de verdad lo merezca.

Romeo, solo asintió y sonrió, estaba enfadando a la oficial, a pesar de que era un delito. Llego al fin la grúa, Reber y Gutiérrez les indicaron a los de la grúa que lleven el coche y al dueño del coche. Antes de irse la oficial Reber escucho susurrar al cantante.

-Espero verla pronto oficial.

Sonrió, pero luego su sonrisa se borró. Subió al móvil y al entrar tuvo que salir junto a su compañero a una misión.




El criminal -Romeo Santos-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora