Quiero darte las gracias,
por obstar este aciago,
carmenar esta contienda,
que en la mente me hago.
Quiero darte las gracias,
aherrojarme a tu entente,
propugnar tu palabra,
pues tu pupila no miente.
No miente,no tilda,
no impera ni arana
y por eso murmuran...
¡Qué a Dios es rayana!.