Hoy me desperté extraño, como si hoy fuese un día especial y sorprendente, los rayos del sol traspasaban mis cortinas, y la voz chillona de mi
Mamá diciendo:
-Erick, a desayunar, se te hará tarde para ir a la Escuela
Tapando mis ojos con las manos, para que no me empañe la luz, estiraba todo mi cuerpo y miraba el techo
Mi hermana me decía:
"Algún día crearás una historia en ese vacío blanco"
Me sobé los ojos, y dí una vuelta en la cama y caí al piso, como un saco de papas, mientras mi mamá seguía gritando:
-Erick? Estás bien? Avanza hijito!
En el piso había recordado a Natalya, hacía ya dos años habíamos terminado nuestra relación, pero justo esa mañana recordé todo como si hubiese pasado ayer, me entristesí un poco pero ya no dolía como antes.
Me puse el uniforme, acomodandome la corbata
(Detesto la corbata del uniforme, en general Detesto las Corbatas).
Mientras sacaba brillo a mi calzado, me hiso recordar el brillo del calzado de la brigadiera de mi aula, una compañera de la escuela, que tal brillo de sus zapatos, eso me llamaba la atención.
Siempre era ejemplo de una chica bien uniformada y por cierto mi competencia en los primeros puestos del aula, pues es muy estudiosa y rara a la ves.
Pues mientras bajaba a desayunar me decía
a mi mismo :
- Que confuso Amanecer..
