Te estoy observando

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Solía ser una chica normal, tenia amigos y una familia muy unida. Pero el arruino todo.

Mi nombre es Alexa, cursaba el 5º semestre de preparatoria. Tenia grandes planes para mi futuro.

La muerte de mi padre fue muy difícil de asimilar, para mi madre y para mi, cuando nos quedamos solas ella temía de todo, decía que era peligroso el vivir aisladas y sin un hombre a nuestro cuidado.

Ella trabajaba hasta tarde, así que yo siempre aprovechaba para hacer de las mías. Tenia buenas calificaciones y la ayudaba siempre en todo lo que me pedía, no tenia problemas con nadie y la mayoría del tiempo pasaba desapercibida. Alguien con pocas amigas desde la infancia y que en un par de años los conocidos olvidan. Pero era feliz, muy feliz!

Un día salí temprano del colegio, así que llame a mi madre para avisarle que iría al cine con mis amigas, ella accedió, pero me pidió que llegara temprano. Como era de esperase no la obedecí, mi casa estaba rodeada de bosque y el autobús se detenía a unos 20 minutos de ella, para llegar tenia que subir un camino muy empinado, herboso y empedrado, así que corrí lo mas rápido que pude para llegar a casa antes que ella.

Mientras buscaba la llave en mi mochila, pensaba que debería de cambiarme de ropa y en limpiar rápidamente la casa para disimular mi recién llegada.

Una vez encontrada, inserte la llave en la perilla y al abrir la puerta...

No podía creerlo un hombre estaba sentado en el sillón individual, con las piernas cruzadas y los codos recargados en los apoyos laterales, mirándome fijamente.

Un tipo joven, al cual le calcule unos 20 años, era apuesto y de piel clara. Vestía de traje negro y no hacia nada salvo mirarme, el simple hecho de encontrar a alguien en casa hizo que me paralizara, pero lo que mas me asustaba era su mirada fría, aquellos ojos azules se veían con tanta claridad a pesar de la obscuridad que nos rodeaba.

Nos quedamos inmóviles por unos segundos, después de eso pude notar como un esbozo de sonrisa se dibujo en su rostro. Como burlándose de mi, se levanto lentamente, yo creí que me haría daño así que por inercia retrocedí y unas lagrimas rodaron por mis mejillas.

El al ver eso se quedo inmóvil, después dio vuelta y salio por la puerta trasera. Como si conociera a la perfección el lugar.

No hice nada, solo me quede parada como estúpida, viendo como un extraño paseaba por mi casa.

Cuando recobre el aliento corrí para ver a donde iba, al acercarme a la puerta que da al patio, no pude abrirla, simplemente me dio miedo, así que retrocedí y cerré ambas puertas a esperar a que mi madre llegara.

ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora