Después de un largo silencio en el que solamente se escuchaba el ruido de el exterior por fin habló con un tono autoritario y un poco enfadado
—no te preocupes por eso, todo lo que quieras lo tendrás conmigo, no importa que tan costoso sea, claro que me lo tendrás que recompensar de otro modo, y en cuanto a tus estudios...—bufo como si estuviera cansado de esta conversación— siempre podrás estudiar por las noches, o con algún maestro privado... No lo se-—¿acaso este hombre quería mantenerme desconectada del mundo exterior?— me pregunté.
—T-tengo que pensarlo...—
— si todo esto es por tu mascota, esta bien, puedes conservarla, me agradan bastante los felinos—
Cuando escuche esas palabras me sentí un poco mas tranquila, Zarabi no se separaría de mi, pero aun quedaban mis padres; como les explicaría que quería dejarlos para poder vivir con el hombre al que deseaba.
—P-pero mis padres...—al pronunciar esas palabras noté que cada vez se irritaba un poco mas; así es que decidí no hacer mas preguntas y aceptar, ya me las arreglaría yo con esos asuntos, mientras tanto trataría de ser feliz con el.
—basta de hablar—susurró mientras posaba su dedo índice en mis labios.
En ese momento una corriente recorrió mi cuerpo y sentí como cada uno de mis músculos se tensaba, era impresionante la cantidad de emociones que sentía con tan solo un toque de su dedo.
—D-debo irme— susurre nerviosa, ya había pasado bastante tiempo y mi madre empezaría a preocuparse.
—no te preocupes está bien, te llevaré a tu casa, así podré pasar más tiempo contigo— no podía creer lo que me decía, realmente quería estar conmigo.
El camino a casa fue bastante tranquilo, Norman solo se dedicó a manejar y de vez en cuando me miraba seriamente, una vez que llegamos a casa me tomo delicadamente y me dio un suave beso en los labios antes de alejarse con su coche a toda velocidad.