Prologo.

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Cuando era pequeña mi madre me regalo una enorme casa de muñecas que provenía de Alemania.

La casa quedo abandonada durante días, nunca jugaba con ella. No la miraba. Ni siquiera la recordaba, hasta ese día...

¡Mi madre le quería regalar mi casa de muñecas a mi prima Anabelle! ¡Tan sólo por qué, "Yo no la usaba"!

Y entonces, tiré la casa de muñecas por las escaleras.

No la usaba, pero eso no quería decir qué alguien más la pudiera tener. No quería que nadie más la tuviera.

Pero bueno, supongo que así soy yo.

Soy Channelle Todd. ¿Qué esperaban? ¿Qué fuera una chica tímida, callada, débil y sensible?

Todo lo que quiero, lo consigo. Por las buenas o por las malas.

Pero trato de ser paciente aveces.

¡Por que dios, nadie es perfecto!

Digo, mi delineado aveces sale mal, me pinto las uñas más de lo que debería, me peino mejor más de un lado que del otro. Y lo peor, ¡aveces no convino la ropa!

Pero bueno, no puedo seguir hablando de mi ...bueno, si podría, pero no debo. Se supone que esto no se debe tratar sobre mi, si no de los demás.

Gracias maestro Grump, por su culpa no podré ir al spa, por estar escribiendo esto. (Tal vez me baje puntos por salirme del tema, pero solo le quería dar mi opinión.)

Regresando al tema. ¿Cómo podré empezar a hablar sobre los demás? Ugh, si el trabajo fuera de hablar sobre mi misma, ya estaría acabado.

Querido maestro Grump, su intento de dar valores morales no creo que funcione esta vez.

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