El Primer Encuentro

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Esta lloviendo, la lluvia golpea mi rostro y el viento sopla fuerte contra mí. Pero nada de eso importa, solo importa la chica que en este momento vuelve a alejarse de mi, se va como el agua por mis dedos y se que es inútil tratar de retenerla, y es cuando ya no puedo más. No importa la lluvia, no importa el lugar nada importa, porque en ese momento mi corazón se esta desgarrando y no puedo más. Caigo sobre mis rodillas y grito.

Todo comenzó hace dos años. Mi nombre es Jacobo Reyes y tenía diecinueve años cuando conocí a la chica que sería mi ruina total. Era un día normal, muy caluroso como siempre cuando vives en Monterrey. No me considero un chico "galán" porque no lo soy. Soy un chico más bien promedio, uno setenta de estatura, tez blanca, cabello corto negro y rebelde, unos ojos cafés muy comunes, complexión un poco robusta debido a los deportes que práctico.
El día en que la conocí estaba en la biblioteca de la universidad, buscando unos libros para un trabajo. Estaba, como siempre que leo, completamente entregado a la lectura cuando la escuche por primera vez.
-Disculpa - sonó una voz delicada atrás de mí. Voltee y entonces la vi.
Cabello castaño, largo hasta la cintura, curvilinea, uno cuarenta de estatura, pero no fue nada de eso lo que llamo mi atención, fueron sus ojos, no distinguía si eran café o color miel o verdes. Cambiaban de color conforme la luz le daba en la cara. Sus pequeños y delicados labios rosas encajaban a la perfección con esa pequeña y chueca nariz suya, traía puestos unos lentes con flores en el armazón. Llevaba abrazado al pecho un libro "Orgullo y Perjuicio". Estaba fantástica.
Supongo que me quedé completamente enbobado al verla por que carraspea fuerte para llamar mi atención, la parpadeo y le sonrío.
-¿Puedo ayudarte? -pregunto y odio el temblor que acompaña mi voz.
Ella me sonríe de regreso.
-Sí por favor, soy de nuevo ingreso y necesito ayuda para encontrar la dirección u orientación, ya es tarde y creo que ya he perdido una clase. - se muerde distraídamente el labio mientras su ceño se profundiza y le brotan en la frente dos pequeñas arrugas.
-Claro que te ayudo, orientación esta saliendo de la biblioteca dos puertas a la derecha, primer pasillo a la izquierda, la puerta del fondo. Ahora que si lo que tienes es prisa, yo te acompaño a tu próxima clase -
Es tan hermosa, tiene una sonrisa deslumbrante.
-Sí, por favor.
Y fue así como inicio todo.

La Chica Que Rompió Mi CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora