--¡Bip!¡Bip!--
Era la alarma del despertador de mi cuarto, ya saben esos de chicharra, de los que te levantas por que te levantas. Estoy muy orgulloso, estas últimas semanas han sido de suerte, por que no importa la hora en la que me duerma, siempre me levanto por mi mismo, gracias a mi alarma. Pero yo creo que he desperdiciado mi última semana de vacaciones, por que de que sirve levantarse a las siete de la mañana si todo lo que quiero para divertirme es un XBox, y eso puede empezar hasta las doce de la tarde o algo por el estilo. Como decía, hoy es el primer día de preparatoria, sienta una angustia terrible puesto que voy a ser totalmente nuevo en la escuela, a excepción de Fermín, el es el único que conozco ya que nosotros dos fuimos los únicos que escogimos la preparatoria estatal, en Granada. Okay, después de todo eso que pensé, reaccioné y recordé que tenía que prepararme para ir a la escuela, me levanté de la cama tan rápido como pude, mirando el reloj, eran las 7:02am, tenía que estar saliendo a más tardar las 7:30, entonces me acerqué a mi ropero y comencé a sacar toda la major ropa que un chico se pueda poner el primer día para lucir fresco, para cambiar el estilo un poco, para ver si podía pescar a una chica. Playera negra, jeans y converse negros, una chamarra gris por si las dudas, de ahí me dirigí a la cocina, me serví lo primero que vi, cereal y leche, en especial, el cereal de esa mañana sabía un poco raro, a lo mejor era la leche, bueno en ese momento me daba igual. Subí a mi cuarto y entré al baño, me lave dientes y cara gracias a que no me levante lo suficientemente temprano como para poderme bañar, me despejé y mientras bajaba las escaleras y me despedía de mi mamá oí la bocina de el camión de la escuela.
-Adios mama ¡Te Amo!.
-Gracias Fernando. Yo te amo más.
En camino a la puerta me encontré a mi papa, el cual se estaba colocando su gabardina y estaba tomando su portafolios. El tenía un trabajo muy importante, el era el que se encargaba de quien pasaba y quien no en la zona de aduanas de el aeropuerto internacional de la ciudad, no le dio tiempo de decir adios, pero con una suave palmada salió por delante mío y se subió a su coche. Yo tomé un respiro antes de asar a la puerta, exhale, y mientras la cerraba tomé uno más grande, después avance por el camino empedrado que iba de mi puerta y garage hacía la acera, sentí ese camino como una alfombra roja, gente a los lados aplaudiéndome por mi triunfo, el poderme haber graduado de la secundaria, y el camión era mi gran limosina. Mientras me acercaba al camión-limosina las puertas se fueron abriendo lentamente, cuando entré pude notar que ya no había lugares disponibles, comencé a caminar en el pasillo hasta el fondo del camión, con la esperanza de que apareciera un ligar huérfano por ahí. Ya iba por el final cuando una niña hermosa me dijo que si me quería sentar con ella,=. Tenía los ojos azules y el cabello rubio hasta los hombros, lo traía planchado y en el momento en que me volteó a ver para ofrecerme un lugar su gran melena dorada brilló mientras flotaba, también llevaba una playera un poco escotada y un sweater de mezclilla, pantalones rotos y unos converse negros igualitos a los míos, en mi mente mi imaginaba que ella sería la siguiente, así que decidí entablar una converse con ella, si si funciona, sería como el inicio de todo.
-¡Hola! ¿Cómo te llamas?... -pregunté un poco temeroso.
-Rebecca, ¿y tu?
-Fernando...
Hubo un silencio incómodo, así que intenté romperlo...
-Y... ¿en que escuela ibas?
-En el Thomas Jefferson, no es de aquí, de hecho yo vengo de Estados Unidos, específicamente de Jacksonville.-cuando ella lo dijo, mis ojos se salieron de sus cuencas, amaba ese pueblo, está en mi lista de lugares por visitar en el extranjero... -Es un lugar hermoso, tiene extensos bosques y el centro te deja sin palabras, pero también tiene su lado obscuro, por ejemplo, cerca de la escuela que te digo hay un cementerio, y alado del lugar esta el Jacksonville Mental Institution, el cual tiene muy mala fama, por que han empezado a correr los rumores de que dicha institución crea las enfermedades mentales y se las inyecta a sus futuros clientes, y después los empiezan a tratar y a experimentar con ellos...
ESTÁS LEYENDO
San Zementi
HorrorLa historia comienza en España cuando un grupo de adolescentes entran a un concurso de escritura en el cual los ganadores tendran un viaje todo pagado a Dingle, Irlanda, y lo ganan. A los pocos días de su llegada y en un tiempo libre que tuvieron, d...