Se puso pálido y el aire comenzaba a faltarle. Escuchó el ruido de unas pesadas botas subir las escaleras, cuando aquella figura apareció por completo retrocedió un par de pasos atrás, chocando con la fría pared de concreto.
—No puede ser.
—Pero lo es. Taemin
Él estaba ahí, no era un sueño, ni una alucinación. La persona a la que quería eliminar de sus memorias estaba frente a él, más radiante, más real que nunca. Sentía como si el piso temblara, no podía mantener el equilibrio y la respiración.
Todo por él.
La manos comenzaron a temblarle, el instinto de supervivencia dictaba que debía correr ante una amenaza, pero su corazón, latiendo más rápido que nunca, le gritaba dentro de su pecho, que no había nada de que asustarse.
— ¿Qué estas...haciendo aquí? —se despegó de aquella pared para ir en retroceso por el pasillo, sin inevitablemente dejar de mirarlo como un potro asustado.
—Tae... ¡espera! —gritó al ver como el chico corrió hacia su departamento.
Fue detrás, lo atrapó contra la puerta, tomando las manos temblorosas que inútilmente trataban de girar la manija. Siendo cuidadoso lo hizo darse la vuelta y acercarse para recordar como olía, para acariciar, para sentir la suavidad de su piel, de sus labios...en fin, todas esas cosas que había extrañado en esos últimos cuatro años.
—Por favor —le susurró cerca del oído.
Taemin soltó una maldición para sus adentros, cuando su cuerpo, rebelde como nunca, se había encogido al sentir el cálido aliento en su piel. ¿Qué no se supone que ya no le afectaba? ¿A caso estar con Onew no servido de nada?
—Hace tanto...hace tanto tiempo.
Al escuchar su voz angustiosa, dejó de pelear y aflojó su cuerpo, por mucho tiempo había soñado ese reencuentro, pero de muchas diferentes formas, no así, con el corazón acelerado y la mente confundida.
La gran mano de Minho se posó en su frente como quien revisa para saber si hay fiebre, aquel acto le hizo dar un respingo. Los dedos del moreno pasearon desde su rostro, bajando por su cuello hasta las clavículas y finalmente sobre su pecho.
Una vez más, el traicionero cuerpo de Taemin sufrió los espasmos de placer, debería estar pataleando, gritando por ayuda, cualquier cosa, menos dejarse estar entre el cuerpo de quien años atrás, prometiera regresar por él.
Minho apoyó la frente con la de Taemin, cerrando fuertemente los ojos al sentir la cicatriz de la bala que él mismo le había disparado.
—Fui tan cruel...
— ¿por qué no regresaste? —los ojos brillosos, el nudo en la garganta, Minho, todo de una vez era demasiado para su mente.
Él quería saber...cual fue esa razón que causó que Minho no cumpliera su promesa. Durante el primer año que pasó después de que estuviera "oficialmente muerto", había albergado la esperanza de que en cualquier momento se aparecería, con esa sonrisa cálida y sus brazos para atraparlo en ellos.
Diciéndole que todo estaría bien.
*
— ¡Quieres dejar de dar vueltas una y otra vez! —le regañó su amigo.
Key estaba hastiado de verlo recorrer la pequeña sala de la casa de campo donde Taemin permaneció escondido desde el momento en que lo había trasladado de la morgue. Sentado en el mismo sofá, lo veía ir en todas direcciones, pero siempre terminando en el mismo lugar.
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Espera por mí
FanfictionHola. Bien, esta es la primera vez que dejo algo por aquí, así que apenas me voy adaptando a eso de publicar en esta plataforma. En fin... Esta es una historia de una pareja que me gusta mucho, de un grupo de kpop, SHINee. Realmente amo la música...