Capitulo 1

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- Katja... Por favor cariño no me dejes... - decía el hombre arrodillados a sus pies.

- Parket lo siento tanto, yo nunca quise que esto pasara, no con nuestro hijo - llorando la mujer se inclina, y le da un beso en la frente al hombre que se encuentra arrodillado ante sus pies y se marcha

Se escuchaban pasos muy fuertes en el interior de la habitación.

- Parket, despierta - moviendo el cuerpo que se encontraba reposando en el sofá

- Uhm... - se levanta y dirige la mirada a la persona que se encontraba en frente. - ¿Que paso, Soah?

- Que no te das cuenta - exaltada - nos acaba de llegar unas grabaciones por parte de Karl

Transmisión

« Algo extraño está pasando en el pueblo, me he dado cuenta que cuando camino por las calles veo personas caminando sin rumbo como si estuviera su mirada dirigida al vació, hoy tropecé con uno de ellos y me pude fijar que en gran parte de sus extremidades tenía unas manchas negra como si algo los estuviera consumiendo por dentro, pero claro aproveche de agarrar algunas muestra y las analice al parecer es algún tipo de virus pero no logro saber con exactitud que es, te pasare los resultados por correo para que le eches un vistazo , es algo raro porque no a todas las personas se le manifiesta de la misma manera, lo que he logrado observa en el comportamiento de ellos es que presentan canibalismo y otros simplemente lo contraen como una peste , postrados en cama y mueren , eso es lo único que he obtenido , una vez que tengo los análisis usted lo comparamos con los míos »

- Me imagino que ya lo reviste - pregunto son seriedad, dirigiéndose a la computadora para ver lo Karl le había enviado

- Lo siento, es que la curiosidad mato al gato - mostrando una sonrisa nerviosa ante la pregunta

- Ya te he dicho que no me gusta que revisen mis cosas sin mi consentimiento - exclamo enojado y frustrado

- Acaso dormir te callo mal, campeón - giro los ojos furiosa- me largo, cuando estés de buen humor me llamas, no aguantare tus arranques

Parket no comento nada, simplemente se dedico a observar la pantalla del ordenador para hacer los análisis que le había pedido Karl, detrás de él se sintió como la puerta se cerraba brutalmente al salir shoah, estaba enejada simplemente por el hecho de él no le permitía que ella tocara las cosas que no era de su pertenencia, siempre había sido así aunque ya tenían años trabajando juntos, el siempre ponía sus reglas en su entorno le molestaba la idea de que alguien se opusiera, muchas veces había llegado a descurtir con personas que no querían seguir sus propios criterios y al final siempre trabajaba solo.

La habitación estaba totalmente desordenada como si hubiese pasada un huracán sobre ella, ese era el lugar que el siempre trabajaba no había otro en donde trabajar, siempre se encerraba y una vez que estaba listo las tareas que el mismo gobierno o por parte de sus compañero les asignaban, soah se encarga de enviarlos a su destino. Cuando Parket tenía 21 perdió toda la alegría que alguna vez le dieron, perdió a su hijo, a su esposa, ¿Y donde estaban? Nadie sabía, deben estar muertos pensó él, de tantas búsqueda y acudir a las autoridades, la fe que alguna vez tuvo se esfumo cayendo en depresiones y enfermedad, pero a la edad de los 30 años recibió una noticia trágica por parte de un detective privado. Su mujer estaba muerta, ¿Qué paso con el niño? No hubo rastro de él, a lo mejor también estaba muerto, ninguna señal de vida.

****

- ¿Quién es la princesa de la casa? - pregunto cariñosamente

- ¡Papa! Basta, no soy una niña y no soy la princesa de la casa - dijo ella cruzando los brazos

- Me gustaba más cuando eras una niña, eras más cariñosa. La pubertad te hizo un cambio de 360° grados - respondió decepcionado

- La pubertad no hizo nada, estoy igual... Solo que ya no me gusta que hagas eso - bajando del auto

- Bueno, no te me enojes no quiere que te salgan arrugas, hoy es tu primer día de clases - dirigiendo la mirada a su hija - Buena suerte con tu primer día, Sabrina.

- Si, adiós - cerrando la puerta del móvil

Una vez que entre al instituto las personas se dirigían de un pasillo a otros, si, como mi padre había dicho, que podría encontrarme con todo tipo de persona y que eligiera perfectamente en que grupo quería establecer una amistad, en el pasado se me dificultaba para hacer nuevas amistades y cuando por fin las establecía por alguna razón desaparecían de la nada, sin embargo ahora es diferente ya no tengo las pesadillas que algunas vez me hicieron esconderme debajo de la cama, si esas pesadillas que me hacían sudar como si hubiese corrido kilómetros sin parar y me asfixiaban como si alguien tratase de matarme, pero en este instituto será distinto, no seré la chica frágil que alguna vez fui ,una cosa que aprendí es que detrás de los rostros de las personas se encontraban grandes monstruos que trataban de hacer desastre en tu vida y no paraban hasta verte revolándote de dolor. Esta vez no hablare de mi pasado a nadie, de nada lo que me pasa siempre al final nuestro camino es solitario, nunca llegamos a conocer las personas como otras pueden ser un gas toxico que hace la tierra que estés pisando solida y dura se vuelva resbalosa y te trague completamente, cometí ese error en el pasado corrompiéndome parte de mi alma pero no lo cometeré por segunda vez, esta vez no, al menos eso creo.

Camino por los pasillos observando detalladamente en busca de mi casillero pero siento una presencia como si me estuvieran vigilando, volteo y no hay nadie, cuando me dirigido la mirada haciendo el frente una chica se acerca, si es una chica, diría que es muy bonita, cabello rubio, una piel extremadamente cuidado se le puede notar a simple vista que la tiene hidratada, si y unos ojos verdes con un cuerpo, bueno ni hablar.

- Hola, soy María, por lo que veo eres nueva - se presenta educadamente con una sonrisa

- Eh... sí, me llamo Sabrina - sonriendo nerviosamente

- Esta nerviosa, es normal de todo estudiante nuevo, espero que nos llevemos bien Sabrina - dándole la mano, al momento de sonar el timbre - creo que nos toca el mismo aula, si quieres podemos ir juntas.

- Claro - la comienza a seguir

Cuando entramos al salón de clases las personas que estaban presente en su interior comenzaron a mirarnos, se sentía incomodo, nunca tuve tanta atención al entrar en un lugar, no les devolví la mirada y voy donde está sentada María. Al final de clases tenía que esperar a papa que viniera a recoger, el no le gustaba la idea de que fuera en transporte público o caminata hacia la casa, era muy sobrepotector, lo entendía , a lo mejor cuando tuviera mis hijos también iba a hacer lo mismo, el carro se estaciono y me subí, me di cuenta de que el aire estaba un poco tenso y lo miro, observe que en su cuello había una mancha , si una mancha de color negro, nose que era, supuse que era un sucio o algo parecido así que desvié mi mirada pero aun así es raro que él no me preguntara como me fue el día o me hubiese saludo.

- Papa ¿estás bien? - pregunto desconfiando

- .... - permaneció en silencio incomodo

- ¿Papa? - volvió a pregunta con la esperanza de recibir una respuesta

- Sabrina... - sonando tranquilo

- Papa, algo está mal o que, me ignoras - dirigiendo la mirada hacia la mancha negra - que es eso que tiene en el cuello

- Sabrina... - sonando con indiferencia y su mirada dirigida al frente


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⏰ Última actualización: Oct 13, 2015 ⏰

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