Begging For More Of You

Capítulo 8

A esta historia le quedan unos pocos capítulos más. Espero que os haya gustado. Le he puesto toda mi alma a esto al igual que a mis otras historias. Animáis mucho con vuestros comentarios y vuestros votos. Un abrazo enorme!

Lia H. James (Julia Meza Osorio)

Hermione

Solo una persona.

¿Cómo es posible amar tanto a una sola persona?

Parece inhumano. Ya ni recuerdo cuando no le conocía o cuando no le tenía en mi vida.

Él es el ser más maravilloso de mi vida. Él es la razón por la que me despierto cada día.

Lo que daría por él.

Le traería la luna.

Cambiaría el rumbo de la tierra si hiciera falta.

O lo que fuera.

Cualquier cosa.

Acabamos de salir del restaurante italiano en el que cenamos.

La comida estuvo riquísima, eso ya sin hablar del maravilloso trato que recibimos.

Harry está muy nervioso.

Estamos caminando hacia las tumbas de las personas más importantes en la vida de mi amado: sus padres.

Le veo devastado, como cada vez que vamos.

Pero esta vez le veo más nervioso de lo habitual.

Llevamos ya un año juntos.

Los mejores 365 días y 18 horas de mi vida (Sí, las cuento. ¿Algún problema?)

Caminamos y caminamos.

Veo a gente mayor abrazada, a niños jugando, a mujeres y hombres cogidos de las manos, conversando o quien sabe que más cosas.

Y es curioso como cuando uno está feliz cree que los demás también lo están. Y si no lo están les deseas su felicidad.

Amo esta sensación de mi pecho.

Es una sensación que me dice que estoy haciendo lo correcto.

Que mi sitio es donde este Harry, mi pequeño cuatro ojos, mi pequeño cara rajada.

¿Os sabéis la historia de su cicatriz?

Por que yo no.

Desde que lo conozco la ha tenido, creo que la tiene incluso desde que nació.

No me importa que la tenga, es una de sus rarezas que me encantan. Es una de sus rarezas que lo hacen perfectamente imperfecto.

Me encantaría saber lo que nos deparará el futuro.

Pero no lo sé.

Solo me queda esperar, y vivir el presente.

Por que a su lado todo el tiempo es magnífico.

Seguimos en un silencio agradable hasta que llegamos al cementerio.

Nos paramos enfrente de las lápidas y Harry se agachó a poner las rosas rojas que habíamos comprado.

Un ramo bastante grande para cada tumba.

-Mamá, papá...os extraño... -susurró, iba a comenzar a hablar, cosa que me sorprendía gratamente, pues siempre íbamos, estábamos ahí sentado unos minutos el lloraba, nos quedábamos otros pocos minutos y nos íbamos- hay tantas cosas que contaros, tantas cosas que deberíais saber..., me apena mucho que no veáis lo feliz que soy ahora. ¡He pasado este último año junto al amor de mi vida!, y sí mamá, acertaste, es Herms. Sé que tu querías que acabáramos juntos, ¡pues se hizo realidad tu deseo! -Dijo con un aura triste-, hoy hemos venido por una especial y única razón a parte de visitaros como cada semana -hizo una pausa-, quiero que estéis presentes en la pregunta más importante de mi vida.

Sin más se giro hacia mi y se arrodilló enfrente mía.

Yo comencé a derramar lágrimas de felicidad sin poder si quiera creer lo que estaba pasando.

-Hermione Jean Granger, te he querido desde aquel día cuando apenas sabíamos andar. He esperado este momento tantas veces que ya ni me acuerdo del número. Te he esperado tanto...Soló quiero decirte que te haré feliz si tu me lo permites. Que te haré más feliz de lo que alguien jamás te ha hecho feliz. Y que haré todo lo que este en mi mano para ver una sonrisa en tu rostro cada día. Sólo...si dices que sí...

-Harry... -susurré conmovida.

-Hermione Jean Granger, o también conocida como Herms, Mione, o el amor de mi vida, ¿quieres casarte conmigo?

Una hermosa sortija de oro se hacía notar entre sus delgados dedos. Y un bonito diamante sobresalía de ahí.

Era hermoso.

Yo grité que sí a los cuatro vientos, y hubo varias personas que aplaudieron.

Él me colocó el hermoso anillo en mi dedo, y nos dimos un beso, el mejor que jamás nos hemos dado.

A pesar del barullo que hacía la gente ante la petición yo solo me enfoqué en Harry, mi perfecto y maravilloso prometido Harry James Potter Evans.