4. La noche me derrite

18 1 0
                                    

Bella's POV

<<Vamos Bella. Un paso más. Un pie y después el otro. Tú puedes hacerlo, los sillones están cerca>> pensé mientras me arrastraba hacia allí.

Llegué y me desplomé en el cuero blanco agotada. Si de por si yo era torpe sobria, borracha era una vergüenza para la humanidad. Mis pies colgaban por el borde del sillón, y comencé a balancearlos arriba y abajo como una niña pequeña, o como una espía de la C. I. A. ebria y loca, el mundo nunca lo sabrá.

El calor y la música comenzaban a hacer efecto y darme un dolor de cabeza terrible. Tenía que despejarme, pero como no tenía fuerzas para levantarme, me propuse jugar a algo que me distrajera lo suficiente como para olvidarme de todo. Podría asustar gente, colgarme de las luces del techo, o simplemente, tirar a cada persona que pase a mi lado. La última opción me gustó, por lo que me puse manos, digo, pies a la obra.

Me moví hacia la punta del asiento, sentándome al borde, y cada vez que alguien pasaba, ¡PUM!, caían al piso engañados por mi letal trampa... Oh si, yo dije letal. Yo reía como una loca retrasada mientras que estaban en el suelo, pero al levantarse movía mi cabeza hacia un costado y miraba las moscas invencibles, digo invisibles, que pasaban.

Así, estuve por media hora más tirando a las personas y recibiendo todo tipo de insultos, pero era divertido. Podía escuchar a Kat en mi cabeza diciendo: -Muy madura Bell, muy madura.

Estaba sumida en mis pensamientos sin sentido alguno, cuando oí que alguien carraspeaba demasiado cerca de mi cara. Levanté la vista y me encontré con un rostro pegado al mío. Quise observarlo bien, pero una mancha de color carmín cerca de su nariz me hizo detenerme.

-¡Uy! Estás sangrando, ¿quieres un pañuelo? -Pregunté un poco preocupada al extraño que estaba parado mirándome acusadoramente. En cuanto hice mi oferta, su cara de enojo se relajó un poco.

-Sí, gracias. También me gustaría que dejaras de balancear tus pies, me has hecho caer... -Dijo agarrando el pañuelo que le tendí. Las ventajas de ser mujer... Lo único que no tenemos en nuestra cartera es el perro, aunque algún día debería intentarlo.

Si fuera cualquier persona, le hubiera recriminado por decirme que hacer. Pero era tan sexy y amable al mismo tiempo, que no pude hacerlo. Su cabello castaño atravesaba su frente hacia un costado, dejando ver que estaba meticulosamente peinado. De seguro tardaba mas que yo todas las mañanas en el baño. Sus ojos verde esmeralda resaltaban con un brillos expectante. Su nariz era recta, típica de un inglés, y sus labios... esa boca era sencillamente irresistible.

-¿Te sientes bien? -dijo pasando su mano a unos centímetros de mi cara repetidamente para ver si reaccionaba. No podía pensar en otra cosa que no sea su voz. ¿Por qué tanta sensualidad en una persona? Esto es CRUEL, y CRUEL no es taaan bueno como dicen.. (N/A, Maze runner manda :3). Desperté de mi ensueño cuando el trizó sus dedos frente a mis ojos

-Sí, lo siento. -le respondí ruborizándome. Me miró directo a los ojos y pude sentir como una chispa se formaba dentro de mí. Escuchaba la música pero lejos, y solo lo podía ver a él. Se hizo un silencio incómodo entre nosotros y decidí romperlo. -Mi nombre es Isabella, pero todos me dicen Bella.

-Umm, mi nombre es Edward, mucho gusto. -dijo frotando las palmas de sus manos en sus jeans nervioso. Y eso me confirmó que yo no era la única ¿Enamorada?

Kat's POV

Estaba bailando al compás de la música en el medio de la pista, muchos chicos se me acercaban, pero yo los descartaba inmediatamente, este era uno de los momentos en los que yo quería bailar sola y libre. Movía mi cuerpo de un lado a otro. Mi pelo negro con bucles en las puntas danzaba a mi alrededor. Con mis ojos cerrados disfrutaba del momento, y hubiera permanecido de esa manera, si unas manos atrevidas no hubieran tomado mi cintura. Me dí la vuelta repentinamente dispuesta a rechazarlo de una manera no muy cortés, cuando lo veo. Era él, el idiota que me había tirado la bebida encima hace un rato, aunque había algo distinto en él, ¿El peinado quizá? Anteriormente lo tenía hacia un costado, pero ahora estaba peinado para atrás, lo cual, si me preguntas, lo hacía ver mucho más sexy, pero volviendo al tema ¿Que onda con el cambio de look en menos de una hora? A ver si nos entendemos. Ni siquiera yo podía cambiar mi cabello tan rápido. El suyo de color castaño y con rizos se adhería a su nuca y su frente, y culpa del calor, sus ojos esmeraldas estaban oscurecidos y me miraban con lujuria, haciendo que mi respiración quedara atrapada en mi garganta. Tal vez reconsiderara eso de rechazarlo de mala manera... pero no, él había ensuciado con su asquerosa bebida mi hermoso vestido nuevo, y nadie, repito NADIE, ensuciaba a Katherine Nikolov.

-¿Qué haces? Pensé que te dejé claro que no quería volver a verte después de que tiraste tu bebida en MI vestido. -dije con la mi mejor actitud delirante. Él me miró confuso por un momento, pero luego comenzó a reír. Yo, desentendida de la situación, lo miré expectante. El chico me sonrió seductoramente y acercó su boca a mi oído haciéndome estremecer.

-Ese no era yo cariño -me explicó dejándome confundida, ¿Khé?

-Oh, no me digas. De seguro tienes un doble, ¿Cierto? -pregunté sarcástica

-Exacto, fue mi gemelo, Edward. -Emm... ¿Okeeey?

-¿En serio?

-Sí, yo soy Harry, el mas atractivo de los dos obviamente. -Mr. ego se hace presente. Me gusta.

-Soy Kat. Dime Harry, ¿Te apetece tomar una copa conmigo, la más hermosa del lugar? -La modestía ante todo, ¿no? Harry sonrió de lado y puso su mano en mi cintura nuevamente, solo que esta vez, no me molestó, al contrario, desfruté de su contacto contra mi piel. Caminamos hasta la barra y después de varios tragos, risas y mucho baile, no recuerdo nada más...



Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 03, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

The Night CircleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora