Jean Pol me ha estado evitando, de seguro es por que cree que le voy a pegar o algo por decirle la verdad a Alex. Pero es que yo no le voy a pegar, ¡yo lo voy a matar! ¿Cree que puede estar andando de lo más normal después de que me traicionara? Pues no.
Necesito hablar con él de alguna forma.
Lo busco con la mirada por los pasillos, faltan 20 minutos para que empiecen las clases, es la ventaja de tener una madre madrugadora y con carro. Lo encontré.
Voy a por él a paso rápido. Jean Pol me mira y se da cuenta que voy a por él, ¿me tiene miedo? Lo veo correr hacia los baños.
-¡Hey! ¡Cobarde!- le grito mientras lo persigo a paso rápido.
-¡Lo siento!- me responde. No se librará de esta.
-¡Ven aquí cobarde!- le grito otra vez, pero mi intento de que se detenga no funcionó. Logró meterse al baño.
Me pongo al frente de la puerta de el baño de hombres, suelto un gran suspiro. Lo que voy a hacer no tiene perdon de mi dignidad de mujer.
Sin más, entro al baño de hombres en busca de Jean Pol.
Me tapo los ojos con una manos ya que no quiero ver a ni un amiguito suelto por ahí. Y la otra mano la pongo en frente en forma de defensa.
-Jean Pooool, sé que estás ahí... Sal, no muerdo-. Mediosusurro.
Derrepente toco algo, es una cara. ¡Es Jean Pol! Agarro su mano y lo llevo afuera conmigo.
Lo mataré y le pediré explicaciones, no ha tenido por qué hacer eso. Lo odio, lo conozco a penas 3 semanas y me cae bien, pero no le he dado la confianza suficiente para que se lo cuente a Alex.
Ya afuera, abro mis ojos y levanto mi mano en el aire dispuesta a pegarle una cachetada a... ¡¿Alex?! Mierda. ¡Es Alex! Mierda, mierda y más mierda. Cómo mierda me pude confundir, por que entre tantos chicos que hay en el baño de hombres, lo tenía que sacar a él. ¿Por qué? Pues por que soy una sonsa.
Jean Pol me debe dos en este momento. No sé lo que le haré, tal vez lo mate, lo reviva y lo vuelva a matar.