5.- ¿Novios?

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Castiel

- Hoy es el día, le pediré que sea mi novia. - le dije a Lysandro mientras que el anotaba en su libreta un poema quizás.

- Me alegro que hayan salido de esa discusión sobre Debrah. - Me miro feliz, él sabe cuanto me importa Abril, me costó demasiado que volviera a confiar en mi. - Solo paso un mes de eso pero espero que no vuelvas a permitir que Debrah entre en tu vida, aunque sea por dinero, ella no lo vale.

- Lo sé, no cometeré otro error con Abril, no la quiero perder.

Mi pequeña, le presente a mi familia la semana pasada, mis padres la amaron y que decir de mis hermanas. Mis padres me decían ese día que ella era con quien me tenía que casar, que no me desviara del camino de ella. Se que es así y pronto seremos oficiales.

Hoy la veré y me siento muy feliz, le quiero dar el primer beso, quiero saber que es lo que se siente besar a alguien del que estás enamorado. Ella me hace sentir un cosquilleo cada vez que me abraza y sus besitos en mis mejillas hacen que siempre este más rojo que mi propio cabello. Siento que ella es el amor de mi vida. Me tardé mucho tiempo en encontrarla. Ella es mi luz.

Salí de mi departamento camino a su casa, esta vez fui en mi auto, para que ella se sintiera más segura. Llegando me estaciono frente su casa y abro con la llave que me dio su madre. Entro despacio y no oigo nada en ningún lugar.

- ¿Abril? ¿Cariño? - Dije en un tono de voz más alto.

- ¡Castiel! - Abril salió del baño con una toalla en su cabeza y un maquillaje no terminado. Se veía muy linda con esa falda larga floreada roja, tenia una abertura en un costado, con un top blanco de tirantes y sus típicas zapatillas blancas. - Llegaste antes. - Me hizo un puchero.-

- Disculpa pero no pude evitar colocarme nervioso por hoy. - La mire y me empecé a acercar. - Quiero que vayamos al restaurante que más te guste.

- No quiero que gastes dinero en mi. - Dijo seria, pero para mi eso no sería ningún problema.

- Tu no decides eso, yo quiero y lo haré, quiero que siempre tengas lo que quieras. - Le tomé la mano. - Ahora anda a terminar de arreglarte para que salgamos luego.

Cuando Abril se termino de maquillarse y peinarse salimos de su casa, subimos a mi auto. En camino al restaurante ella como siempre puso su banda favorita, canta ha todo pulmón, se ve hermosa cantando.

Bajamos del auto y fuimos a la entrada, un mesero nos guio a la mesa que ya había reservado, ella se nota nerviosa pero la intento tranquilizar tomándola de la mano. Nos sentamos y ella vio la carta, puso una cara de preocupación por el valor de los platos.

- Pide sin ver los valores, tranquila. - Lo dije para ayudarla a calmarse y asintió. - Hay pastas y se que te gustan.

- S-si, pediré una pasta con pesto con acompañamiento de champiñones y una ensalada tradicional.

- ¿Qué quieres tomar cariño? - Le pregunté. - Hay vinos, sodas y jugos.

- Un jugo está bien, me gustaría uno de frambuesa. -Asentí.

Llegó el mesero a la mesa y le dije lo que quería Abril, yo me pedí un corte de carne de vacuno con acompañamiento de pure y una ensalada griega. "¿Algo que quiera tomar, señor?" Me dijo el mesero, asentí.

- Un jugo de naranja por favor. - Me miro extrañado, preguntándome si había visto los vinos en la carta. - Ando en auto, disculpe pero no gracias. - Asintió y fue a dar la comanda de nuestro pedido.


Abril

Terminamos de cenar, Castiel pagó la cuenta, sentí mucha vergüenza en toda la cena, nunca alguien se había esforzado tanto en que continuara en su vida. Salimos del restaurante y nos dirigimos a su auto, el me abrió la puerta de su auto, me subí. Castiel se subió encendió el auto y empezó a manejar a su departamento, hoy me quedaría ahí. Me dijo que tenía algo importante que compartir conmigo. Hablamos de muchas cosas que queríamos hacer después de salir del instituto, cosas que queríamos lograr y que es lo que haríamos nosotros en un futuro.

- Llegamos. -Me dijo Castiel.

Nos bajamos del auto y caminamos hacía el departamento de él, cuando entramos el me agarro de la cintura y me abrazo con mucha fuerza, sentía su respiración agitada, estaba tiritando, se nota que esta muy nervioso. Me separé un poco de él para mirarlo a sus ojos. Tenía que alzar toda mi cabeza, es muy alto. Le sonreí y me devolvió la sonrisa.

- Abril... - Sus pupilas estaban muy dilatadas. - Me gustas demasiado, si supieras lo que causas en mi, todo el bien que me haz provocado, haces que me sienta volando cuando estoy a tu lado. No entiendo todo lo que me hiciste o que fue lo que viste en mi para que me dieras la oportunidad de estar contigo. - Puso su mano en su bolsillo sacando una cajita. - Esto... -Suspiro.- Esto es un anillo de promesa, te prometo que nunca te haré daño otra vez, aprendí la lección y ahora quiero prometer que tendrás un anillo de compromiso algún día y será de mi. No sabes cuanto te quiero Abril, me harías muy feliz si aceptas este regalo.

No sabía como reaccionar, todas mis emociones se estaban volviendo locas en mi cabeza. Nunca creí que Castiel fuera capaz de darme un regalo como este. Me siento muy feliz y muy querida por él. Por mi cabeza solo pasan recuerdos de cuando éramos amigos y empecé a recordar todas las veces que él me llego a decir que yo siempre sería la indicada para él, aunque en ese tiempo el lo dijera de "broma". Todo este tiempo tardo en darse cuenta pero... Me encanta.

- ¿Serías mi novia? - Dijo Castiel.

Esta muy nervioso, me da ternura ver su cara toda sonrojada, mirándome atentamente a todos mis movimientos y gestos. Le tomé el mentón, sonreí como nunca lo había hecho, mis ojos se pusieron cristalinos.

- Si, obviamente Castiel, no sabes cuanto espere esto. Me gustas. -Le dije con mucha alegría en mi voz.

- ¿Puedo? - Asentí.

Se acerco mucho más a mi cara, la esta sujetando con una mano mientras la otra sigue en mi cintura, me atrajo hacía el y me besó. Empezó lento, cariñoso, como si estuviese probando su dulce favorito por primera vez. Se separo de mi, le brillaban los ojos. Me volvió a besar pero esta vez con más pasión como si necesitase de mi, no paro en ningún momento y cada vez me intentaba atraer más a él.

- T-tengo que parar... - Esta muy agitado.- N-no me podré contener. - Me reí estando muy nerviosa.

Sinceramente te elijo a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora