Despierto y noto que estoy en un hospital. Me altero y volteo alrededor y veo a mi mamá de espaldas hablando con alguien pero no distingo bien quién es.
-¿Mamá?- Le digo muy modorra ya que no sé cuánto tiempo he estado dormida y qué es lo que pasó.
Ella voltea y corre hacia mi con lágrimas en los ojos a abrazarme.
-¡Mi niña que bueno que ya despertaste!- Me dice entre lágrimas.- ¿Cómo te sientes?, ¿recuerdas algo?.
-Una pregunta a la vez porfa madre. ¿Porque estoy aquí?- Y yo al decir eso me quise parar de la camilla y me dio un mareo increíble que me hizo tener que sostenerme de mi mamá.
-Le recomiendo quedarse en la camilla señorita.- Dice la persona que no había reconocido cuándo vi a mi mamá. Lo veo mejor y veo que es el doctor ya que veo su bata blanca.- Sufriste un golpe duro en la cabeza al desmayarte.
-¿Qué? ¿Me desmaye? ¿Porqué? Mamá ya me quiero ir de aquí. Dígame alguien que ha pasado.
Mi mamá y el doctor se intercambian miradas y yo cada vez me pongo más nerviosa.
-Cariño... Un señor llego contigo y después... Se suicidó en frente tuyo y tú en ese momento te desmayaste.
Ahora lo recuerdo todo. Cada palabra. Cada gota de sangre.
-¿Ya recuerdas algo Alaia?- Me pregunta el doctor.
-Cada cosa la recuerdo.- Al decir eso me solté llorando al recordar todo. Pero, ¿porqué no me dijo nada de la carta?.- ¿Vieron la carta?.
En ese momento mi mamá y el doctor se vieron nerviosos.
-¿De qué hablas Alaia? ¿Cuál carta?.
-Nada, olvídenlo.- Y fue mejor contener las lágrimas y ya no llorar más.
-No Al, es importante que nos digas qué pasó.- Me dice mi mamá muy preocupada.
-¡Ya te dije! Olvídenlo.
-No Alaia, nece...
Antes de que ella pudiera decirme algo entraron unos policías a mi cuarto.
-Hola, ¿es la madre de Summer Walter?- Le pregunta uno a mi mamá.
-Sí. Soy yo, Yesica Enriquez. ¿Necesitan algo?.
-Sí, mire, necesitamos investigar a fondo lo que ha pasado para que Summer no entré en ningún problema de ningún tipo.- Me voltea a ver.- Hola Summer. ¿Cómo te encuentras?.
-Bien.- Le contesto muy seria.- Díganme Alaia Enriquez por favor.
-Qué bueno, y claro Alaia, con mucho gusto. Bueno, yo soy del ministerio público...
-Ah, creí que eran de la policía. ¿Y que quieren? ¿Piensan que yo lo maté?
-Alaia, tranquila. Sólo quieren investigar y es todo.- Me dice mi mamá.
-Da igual.- Le contesto en tono serio.
-Bueno... Como te decía, sólo queremos saber qué pasó y saber que todo esté bien.
-Llego ese viejo loco a tocar a mi departamento 5 veces seguidas y abrí la puerta, me preguntó mi nombre, sacó una pistola de su bolsillo y se mató. Recuerdo hasta ahí. ¿Feliz?.
No quise decirle de la carta ya que eso es asuntó mío. Descubrir quién es el maldito.
-Gracias Alaia. Bueno, espero que sea todo por hoy. Espero que tengan bien día.
-Gracias.
En eso salen del cuarto los policías y mi mamá. Pasan unos tres minutos y entra de nuevo mi mamá sola.
Agarro mi celular y veo que tengo 13 llamadas perdidas de Sophie. ¡Rayos! Hoy es su cumpleaños.
Entra de nuevo el doctor al cuarto.
-Mamá, hoy cumple años Sophie y no quiero dejarla plantada ni nada de eso, así que si me disculpan...
-Eh... No. Debes de guardar reposo 24 horas después de lo sucedido...- Dice mi mamá nerviosa.
-¿Doc? ¿Usted que dice? ¿Puedo irme?.
-Eh...-Voltea a ver a mi mamá nervioso.- No. Aún no pasan 24 horas. Lo siento.
-¿Porqué tan nerviosos? ¿Algo más que me tengan que decir?- Les pregunto al doctor y a mi madre.
-Señora, Alaia ya es mayor de edad. Ya no es su elección informar a Alaia o no. Tiene derecho a saberlo.- Le dice el doctor a mi mamá muy serio.
-Ya dime madre.
-Te tienen detenida 24 horas. Piensan que de verdad tú lo mataste Alaia. Así que si tienes que decirme algo, sólo dilo.
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El mensaje suicida.
RandomAlaia tenía una vida perfecta, ya que una mujer que a sus veinticuatro años ya había conocido el mundo, viajado, conocido gente, ella era feliz, todo era perfecto. Hasta el día que recibió una visita la cual era un mensaje suicida de una persona que...