El hombre bajo su cama

El mundo bajo su cama

Llegaron a ese lugar, ese lugar al cual el hombre encajaba y, probablemente Brooke también, pero eso solo lo sabría conociendo el lugar.

Mientras que pasaban por un pequeño pero largo pasillo, Brooke no dejaba de hacer preguntas. Y eso a el hombre le molestaba.

-Señorita Brooke, ¿Podría quedarse un rato callada?

-Bueno, pero la ultima pregunta.

El hombre asintió.

-¿Cual es tu nombre?

-Mi nombre es William, señorita.

Siguieron caminando, o mas bien gateando ya que el pasillo era tan bajo que requería que se agacharan.

Brooke estaba muy inquieta, siempre andaba con curiosidad y esta no era la excepción, se pregunta, en su cabeza, como seria el lugar al cual un desconocido la guiaba. Ella se imaginaba lo peor, pero quizás no seria así.

-Llegamos, señorita.

-Dime Brooke, No señorita.

-Perdone...Brooke.

Brooke miro hacia abajo y vio una puerta pequeña en la parte de abajo, era de madera con una manilla de metal. Brooke miró al hombre que estaba al frente de la puerta, ella estaba al otro lado. William abrió la puerta y el pasto se movía y mientras el sol hacia que brillara.

Cuando Brooke miro a William, William estaba con una gran escalera en mano.

-Como...

-Todo lo que tu imaginación quiera hacer lo hará.

Brooke sonrió débilmente, ya que aún sospechaba que todo era un sueño.

William dejo la escalera en el suelo y bajo el primero, sostuvo la escalera para que Brooke bajara sin problema alguno. Y así lo hizo.

Abajo había un mundo el cual solo Brooke Parker y William podrían imaginarse un mundo no perfecto para algunos, pero ellos encajaban perfectamente allá como otros encajaban perfectamente arriba.

-¿Que es esto, William?

-Es nuestro mundo, Brooke. Solo nosotros podemos entrar y solo nosotros podemos salir.

-Es hermoso.

-Lo sé.

Comenzaron a caminar en dirección a una gran montaña, la cual se veía muy lejos.

-¿Volveremos?

-¿Por que quieres tanto volver a ese horrible mundo?

-Por que allá arriba están las personas con las que paso la mayoría de mis días, las personas que me quieren y las persona que yo quiero. Es imposible pensar un mundo sin ellos, puede que el mundo sea malo pero hay personas que no lo son.

-Hace mucho que no hablaba con personas.-Dijo melancólico.

-¿Eres el único aquí?

-Si, estaba buscándote, llevo años buscándote y no aparecias. Pensé que estaría sólo el resto de lo que me queda de vida.

-¿Y por que me nesecitas?

-Nesecito cumplir una misión y con una imaginación tan grande como la tuya podre lograrlo.

-¿Y cual es esa misión?

-Pronto la conocerás, Brooke.

Y siguieron caminando, en silencio, no servía hablar, arruinarían todos los pensamiento que cada uno tenia en su cabeza. Eso seria horrible.

-Estaba pensando...

-¿Si...?

-En que en vez de caminar podríamos transportarnos con unos caballos, o autos, o ¡PONIS!

Exclamo Brooke feliz, William le dedicó una sonrisa, de esas que te dedican tus padres cuando les cuentas un sueño.

-Solo imaginarlo...

Le dijo al oído. Y eso es lo que izo al rato estaban llegando a un pueblo en sus lindos ponis. Ella iba tarareando una canción y el pensando en su misión.