Lo que pasó después (Gakuen Alice, continuación del manga)

Hotaru.

Hotaru PoV

Todo era oscuridad, extrañaba la luz. Pero sobre todo extrañaba a la luz que siempre brillaba y te guiaba, Mikan.

¿Cómo estaría ahora? La muy idiota seguramente estaría comiendo Howalon a montones y sonriendole a cualquier idiota que pasará por la calle provocando los celos de Natsume.

Reí por la escena que se formo en mi cabeza.

Natsume lanzandole bolas de fuego a todo al que Mikan sonriera.

Osea, todo Gakuen Alice.

Ese idiota mejor que este cuidando a Mikan, sino le partiré la cara en dos y ningún cirujano plástico podrá arreglarlo.

-¿De qué te ríes? - Preguntó frunciendo el ceño, mi hermano Subaru.

-Nada,nada - dije mirando al frente y sonriendole a la nada.

¿Por qué no había sonreído antes? si hubiera sonreído más tal vez les quedaría el recuerdo de mi sonrisa.

Pero ya no quedo nada.

Ni mis inventos.

Ni mis Baka-Gump.

Ni las sonrisas que Mikan me daba.

No quedo nada.

Todo se perdió.

-Hotaru...- Subaru me abrazo.

No me di cuenta que estaba llorando hasta que vi mis lágrimas mojando su camisa, la misma camisa de hace cinco años.

-Subaru...-susurre.

-¿Qué? - Susurró.

-Tienes mal olor, te huele la axila - Me separe de el, viendo su cara de incredulidad.

-¡Oye, te consuelo y encima te quejas de mi olor cuando tu no hueles muy bien que digamos! - me piso el pie.

¿Quieren jugar igual que en el baile de navidad?

Jugaremos.

-¿Ah, si? ¡Yo no soy la que huele como repelente de vampiro! - lo pise.

Soltó una exclamación.

-¿Yo? ¡Já! ¡Yo no soy el que ríe como desquiciada! - Me piso aún más fuerte.

Me empece a reír.

-¿Ves? a eso me refiero - se cruzo de brazos mirando a otra parte.

-L-lo s-sie-siento - dije entre cortadamente y aun riendo. - E-es q-que...

-Háblame cuando aprendas - Dijo antes de soltar una carcajada.

Le pegue en el hombro.

Me pego en el hombro.

-Quiero reír más seguido - confesé, mientras le pegaba un manotazo débil en el hombro - quiero demostrar mis emociones...no puedo creer que no lo haya hecho antes.

-Hotaru, ninguno de los dos demostraba sus emociones - Reflexiono Subaru - pero aún así todos nos amaban.

-Si, eramos irresistibles.

-Somos, querida hermana, somos.

Soltamos una carcajada.

-Hotaru...¿Escuchas eso? - Preguntó volteándose Subaru.

-¿Qué cosa? - Volteé a la misma dirección que Subaru.

No me esperaba esto.

Un peli-rubio, un peli-negro y una castaña corrían hacia nosotros.

Y no eran unas personas cualquieras.

Eran Ruka, Natsume y Mikan, mi pequeña e idiota castaña.