versos

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Efectibamente María fue atmitida en aquel club. Decía estar nerviosa y no sabía si se sentiría agusto. Cuando entró le saludó una chica de cabello negro que a María le pareció muy simpática. Dijo llamarse Lía. Estuvieron hablando un tiempo. Decidieron hacerse amigas. Lía escribía novelas brillantes. María era novela pero también poesía. Era una pasión que ella sentía. El club de escritores le venía bien. Decía tener potencial. Era su forma de desaogarse cuando se encontraba mal. Empezaría este curso de escritura con buen pie.

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