Carta 3

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Hola cariño:
El silencio me ha gritado tan fuerte, que he sentido casi partida mi oscuridad. Él gritó que extrañaba la paz que lo hacía existir, que las mentiras lo opacaban, que el mundo se estaba desgraciando y era inminentemente evidente, por lo que lloró en mi pecho y lo dejé llorar, porque la monotonía lo había convertido un bullicio, y lloramos juntos, lloramos sin consuelo porque extrañábamos mucho, extraño era de todas formas. Me propuso buscar el por qué que tanto ansiábamos y a pesar que era la propuesta que esperaba, me negué a su propuesta, me negué porque pensé que había muchos por qué y me negué porque creí que sería difícil encontrarles respuesta a todos ellos, y me negué proque el silencio gritó, gritó y no debió, y no logré confiar en él, porque hirió mi oscuridad.

Cartas al infinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora